Hola, me llamo Juan y pertenezco a la sociedad de jóvenes Luces de Sión. Hace unos años atrás yo era un joven con muchos vacíos, crecí sin un padre y en un hogar con bastantes problemas.  Vivía lleno de tristeza, de odio, de rencor y llegue a tener pensamientos suicidas. No sabía lo que era amarme a mi mismo para tener una buena estima, tampoco tuve a alguien a quien llamar “mejor amigo”. Yo sé lo que es estar solo donde a nadie le importas y muchos ni te miran. En el momento en que estuve así me hablaron de Jesús y me invitaron a una iglesia y asistí, siendo sincero, sin deseos de ir. Pero quería un cambio en mi vida y sabía que en Dios había esperanza. Acepté al Señor a quien me aferré muchísimo. Él empezó a restaurar mi interior y mi exterior, quitando todo aquello que no era de su agrado. He aprendido que en mi debilidad Él es mi fortaleza, que los problemas que no les veo la solución, Él los resuelve, que solo en Él soy feliz y que cuando todos te abandonan, Dios siempre está contigo!

Por: Juan J. Colon Zayas
*En la foto el segundo de izquierda a derecha. Los demás, amigos y hermanos.