Haciendo referencia al culto anterior de la Sociedad de Jóvenes, el presidente Ángel I. Oquendo compartió la lectura que ubica en el libro de Mateo 25: 14-30. En la misma habla sobre los talentos que le fueron repartidos a tres siervos de un Señor, conforme a sus capacidades. Al que le fue dado 5 talentos, añadió otros 5. El que obtuvo 2 talentos, ganó otros 2. Aquel al que se le otorgó 1, cavó y lo enterró. Tú, joven o adulto que lees, ¿Qué estás haciendo con los talentos que el Señor delegó en ti? Cada uno de los dones y talentos que te fueron otorgados son acorde a tus capacidades. No seas aquel que desea lo que tiene el hermano y mucho menos escondas lo que ya fue depositado en ti por temor a no ser suficiente. Como menciona el versículo 19, el Señor después de mucho tiempo, vino arreglar cuentas con sus siervos. “Por la asignación con la que fuiste creado, es que darás cuenta al Padre. Tú eres la creación que puede satisfacer lo que esta generación necesita”, expreso Ángel.

El Señor desea utilizarte en todas tus facetas, Él sacará a la luz lo que tú eres y para lo que fuiste creado; pero ¿Cómo identificamos esos dones y talentos? En la intimidad. Es menester relacionarnos con el padre para que cada uno de ellos se hagan manifiestos. Cuando nos relacionamos, nos comprometemos. Cuando nos comprometemos, obedecemos y esto nos lleva a cumplir su perfecta voluntad, por encima de toda circunstancia y toda duda. Procura con diligencia escuchar: “Bien, buen siervo y fiel” (versículos 21 y 23) pues a medida que le somos fieles, el Señor coloca su confianza en nosotros, depositando cosas mayores que las anteriores.