“Si Jehová no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican” fue la porción bíblica, junto a Daniel 4:2, que usó el pastor Rafael Acosta para dar comienzo al culto de esta noche. Hoy celebramos nuestro tan esperado culto Te invito a mi casa titulado Milagro de Vida.
El Reverendo expuso su testimonio, contando la forma en la que Dios lo llamó como pastor y lo ungieron. También relató que, en una ocasión, su hijo estuvo a punto de morir; estaba enfermo con salmonela, hepatitis y otras condiciones que complicaron su estado de salud. El pastor contó como le pidió a Dios que se lo devolviera y pidiéndole que, si se lo había prometido, no permitiera que muriera. Contó cómo recibio la llamada del médico indicando que tuvo que cambiar a su hijo de cuarto porque había sido sanado.
Al pasar un tiempo, Dios vuelve a hablarle sobre su llamado, pero esta vez le puso condiciones sobre el aprovechamiento. Dios le respaldó y pasó su grados.
Una vez graduado, Dios le habla indicando que por no seguir su llamado, Dios le iba poner su mano sobre la cabeza. Luego de esto, en una ocasión en su trabajo, cayó desmayado ante un infarto masivo al corazón. El pronóstico médico indocaba que no tendría recuperación, pero Dios obró y fue dado de alta unas semanas después totalmente recuperado. Estando en su casa, Dios le habla por una persona que lo visita y le indica que la siguiente ocasión en la que no cumpliera con su palabra y llamado, Dios pondría su mano sobre él.
Pasó el tiempo y Dios cumplió lo que le había dicho. Estando en su oficina, comenzó a sentir como su lado derecho se comenzó a virar y sentía mucho dolor en todo el cuerpo. Al llegar al hospital, le dijeron que había sufrido un derrame cerebral, del cual no se recuperaría. Sin embargo, su esposa confiaba en la Palabra de Dios y, al cabo de 11 días en coma, su esposo vuelve a reaccionar.
Luego, Dios le ordenó que sometiera los papeles del seguro social porque lo llamaba al pleno ministerio y no lo quería trabajando de manera secular. Durante su recuperación, Dios puso en su camino a una terapista que en cada terapia lo ungía de pies a cabeza.
Después de esto el pastor contó como le ocurrió un segundo accidente cerebro vascular luego de que se resistió nuevamente a seguir el llamado de Dios. El pastor contó que, a raíz de esta desobediencia, tiene varios órganos que no funcionan bien y otros que no funcionan de manera óptima, pero aún sigue vivo.
A través de su testimonio, Dios tocó a muchas personas. «A pesar de todo, Dios no se equivoca y cumple su Palabra», aseguró. “…Con todo yo me alegraré y me gozaré con el Dios de mi salvación”, culminó.
Esta fiesta terminó con el llamado a salvación, a través del cual varias vidas aceptaron al Señor, y con un llamado de oración y de sanidad para todas aquellas personas que necesitaban un milagro en sus vidas.
Dios es BUENO. Por eso recuerda…
Mi Casa, es la CASA de TODOS
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