Ver a un hombre por largo tiempo empujando una gran roca sin que esta se mueva nos puede parecer una locura. Pensaremos que en algún momento sus fuerzas fallarán y, muy probablemente, le falte oxígeno a su cerebro y desmaye. Esto si el desánimo por no ver que la roca se mueve no lo vence antes. Podemos comparar nuestra vida como cristianos con este hombre. En ocasiones, Dios nos pide que hagamos algo que podría parecernos difícil y cuyos resultados no veremos al momento. Sin embargo, su Palabra nos da más de una razón por la que no debemos desmayar:

  1. Jehová renueva las fuerzas de los que esperan en Él.
  • Isaías 40:31
  1. Él hará justicia a sus escogidos.
  • Lucas 18:1-8
  1. Él da al que pide, el que busca halla y le abre al que llama.
  • Lucas 11:10
  1. Jesús no desmayó, sino que oró “más intensamente” en medio de su proceso.
  • Lucas 22:39-46

Es normal sentirnos cansados y el desánimo va a llegar a nuestras vidas. Lo importante es recordar que Él está. Solo nos toca:

  1. Esperar en Él.
  • Salmos 27:14
  1. Guardar silencio ante Jehová.
  • Salmos 37:7
  1. Despojarnos de todo y correr con paciencia la carrera.
  • Hebreos 12:1-2