En medio de un ambiente de adoración y presencia de Dios dimos comienzo al Culto al Altísimo nocturno tomando como base bíblica para el mensaje de esta noche Génesis 12:1-4.

«Necesitamos provocar la presencia de Dios en nuestras vidas. Si esta noche vinimos a la iglesia es para no salir como entramos. La mejor medicina para la depresión es el Espíritu de Dios; olvídese de sus problemas y enfóquese en lo que Dios tiene para usted en esta noche”, comenzó diciendo la Pastora Iris N. Torres Padilla.

 “Yo me alegré con los que me decían: ‘a la casa de Jehová iremos’”

«Abram y Abraham no son la misma persona, aunque sí lo son. Abraham es otro hombre, pero con el mismo código genético de Abram», continuó la pastora. Cuando la Biblia establece la diferencia del nombre nos indica que en la vida de Abram hubo un cambio. «¿Qué tenía Abram? Ciertamente no sabemos, pero una cosa hay que tener claro y fue que Dios lo miró y lo buscó; esa es la garantía de que ocurrirán cambios. Dios no tenía por qué buscarnos. ¿Qué tenemos de especiales? Nada, somos seres comunes y corrientes, pero Dios quiere mirarnos, buscarnos y cambiarnos. Jehová le dio una orden a Abram: ‘vete de tu tierra’. Abram no claudicó, solo obedeció», dijo.

«el obedecer es mejor que los sacrificios»

Aunque Dios no se lo ordenó, Abram se llevó a su sobrino. «Hay cargas que llevamos sin que nadie nos las haya puesto. Cuídate del peso muerto que te detiene. Obedece la voz de Dios porque el resultado final siempre será de bendición, porque lo que aparente ser una derrota será una posible victoria», explicó la pastora. Abram cargó con su padre, los ídolos del padre y el tramposo de Lot, su sobrino. «Si en tu caminar andas con personas que te restan, te tardarás en el proceso de Dios. En el proceso, muere el padre de Abram, y tuvo problemas con Lot, pero eso fue el comienzo del trato de Dios con Abram. Dios decidió prometer un hijo, que era imposible, pero las ideas de Dios siempre tienen un tiempo», continuó.

«para el que cree TODO es posible”

Dios le ordenó que dejara de mentir, le señaló los ídolos que servía y le indicó que ahora tenía un Dios que hablaba, miraba y oía. Dios escudriña el corazón: ¿quién podrá engañar la mente de Dios?. Segunda prueba: Lot. Dios sacará tus estorbos en algún momento de tu vida. Lot, dirigido por la avaricia, escogió el valle cuando Abram le ofreció el valle o la montaña. Llegó Lot a Sodoma y Gomorra y allí perdió su integridad, su nombre; perdió todo. «Tienes que aprovechar los momentos de Dios y, en ese momento, no te muevas sin la dirección de Dios porque traerá muerte. En tu vida hay muchos cambios, pero hay uno que te cambiará para toda la vida, y ese no ha llegado aún. Dios le revelo lo que haría al decirle que destruiría Sodoma y Gomorra, pero por amor a Abram Dios salvó a Lot», dijo la pastora.

 «...cierra las manos y confía que las mejores manos son las de Dios»

Tercera prueba: Isaac. Prueba que tocaría su corazón; llegó el momento de cambiar el nombre de Saraí y Abram, Dios cumplió su promesa al darle un hijo. Abram pensaba que lo había alcanzado todo, pero no era así. «Aquel día Abram se convirtió en Abraham y Saraí en Sara. ¿Qué estás dispuesto a sacrificar con tal de hacer la voluntad de Dios? Cierra las manos y confía que las mejores manos son las de Dios. Murió Abraham próspero y lleno de alegría cumpliendo Dios lo que prometió. ¿Qué vas a hacer?», culminó la pastora.

 Cambios…

 Mi casa es la casa de TODOS, haz de mi casa, TU CASA