“Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.” (1 Pedro 4:10)

En la mañana del domingo 17 de julio, la pastora Vanessa Torres nos habló sobre 2 Pedro 1: 1-11, en el cual se nos recuerda la promesa segura que Dios nos ha dado y donde se nos manda a esforzarnos y mejorar nuestra vida, como dicen los versos de 5-7:  vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.”

Según (Efesios 2:8) “Gracia” es un “don” de Dios inmerecido, o “regalo” inmerecido. Quiérese decir que, al hablar de “la multiforme gracia de Dios”, estamos hablando de la gracia de Dios demostrada en muchas maneras. Para cada persona hay un tipo de gracia distinto, porque las necesidades son diferentes. Dios conoce las dificultades a las que el ser humano se enfrenta cada día, por eso su gracia toma un papel muy importante en nuestra salvación y se muestra en maneras distinas, para así poder alcanzarnos a todos.

Por eso se nos inculca a creer en la promesa segura, que es el testamento santo, nuestra Biblia. Nosotros que somos los beneficiarios de este testamento tenemos un bien que es inmarsecible, un bien que no termina. Dios te va a bendecir porque él se comprometió en SU testamento a cumplir su voluntad”, dijo nuestra pastora Vanessa Torres.

Sé fiel, Dios es capaz de guardarte. Dios no se olvida. Él no duda, no cambia. Tú tampoco lo cambies a él. Ama a Dios verazmente, porque el amor no busca lo suyo, sino que siempre está. No dejes de servir. No dejes de tener amor fraternal, porque si cumples con todo esto, obtendrás la corona de la vida (2 Pedro 1:11).

 

“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.” (San Juan 14:27)