Esta noche la iglesia se llenó de alegría al recibir en la exposición de la palabra del Señor al hermano y consejero de la Sociedad de Jóvenes Luces de Sion, Ezequiel Colón. Después de un momento de adoración por parte del ministerio Tsarach, dimos comienzo con el Culto al Altísimo nocturno donde se tomó la porción de 2 Corintios 4:17

“Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria”

A los creyentes no le gustan los tiempos “malos”, pero la Biblia establece que pasaremos por varios procesos de dolor. El tiempo de prueba nos acerca más a Dios. En medio del dolor y quebrantamiento es cuando más nos acercamos a Dios. ¿Qué causa una tribulación en nuestras vidas? Tenemos que aprender a atesorar las pruebas, “tenerlas por sumo gozo”. Los procesos de vida orquestados por Dios para ti obrarán a bien. Cuando estás en la prueba, no entiendes el proceso de lo que Dios está haciendo contigo y en lo que te está transformando. Cuando pierdes todo, lo estás ganando todo; Pablo establece que en medio de la prueba hay que estar gozosos.

Aquellas personas que se dejan influenciar no tienen una relación saludable con Dios. 2 Corintios 4:16 establece que no debemos desmayar si estamos en una tribulación; no te desanimes. No se trata de un solo día, sino de una relación que es todos los días; es algo que debe ser constante. El vaso de barro, que es prototipo del hombre exterior, tiene que ser quebrado, debe de ser quebrantado con el fin de que se manifieste lo que hay de Dios en él, para que se refleje la luz de Cristo al resto del Mundo. El proceso de quebrantamiento es el necesario para permitir que salga todo el potencial que está en ti. Nadie establece que los caminos del Señor no te dejarían heridas, pero mientras más heridas, más manifestación de la gloria de Dios en ti. Durante el proceso, el vaso es quebrado. El vaso tiene que romperse porque, si el cántaro no se hubiese roto, la luz no salía; si el frasco de alabastro no se quiebra, no sale el perfume.

Lo primero que Dios quebrará en ti es tu ego, porque es lo primero que te aleja de Dios. Si quieres ver la gloria de Dios, te ocurrirá como a Namán, tienes que romper tu ego entrando en el Jordán siete veces. A tu vida llegará el día malo donde tu ego será quebrado. Si esto no ha ocurrido, ten por seguro que las pruebas llegarán a tu vida. Tu voluntad será quebrada al punto que Dios sea quien la domine, porque en el momento que aceptas a Cristo, le entregas tu voluntad. Con el fin de eliminar los obstáculos que no permiten que la gloria de Dios fluya en tu vida, lo próximo que será quebrado será tu mente.

El olor de Dios se impregna en aquellos que pasan tiempo con Dios. ¿A qué tú hueles? Donde más tiempo pasas, a eso olerás. Para que te parezcas a Dios, Él quiere que se te pegue su esencia, su sustancia, su característica. Cuando pasas tiempo con Dios, todo el mundo lo nota y lo ve reflejado. Pon tu mirada en lo eterno, no en lo terrenal, porque lo eterno permanece para siempre.

Mi casa, es la casa de todos