El Sermón del Monte tiene tanto que decirnos, que parecería imposible poder conocerlo a cabalidad. El domingo 18 de mayo de 2014, Sergio Cardona, maestro de la clase de adultos solteros, nos presentó este sermón.  Particularmente, discutimos la introducción emocionante de este gran sermón: las bienaventuranzas.

«Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, por que ellos recibirán consolación. Bienaventurados los mansos. . . Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos. . . Bienaventurados los pacificadores. . . Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. . .» (Mateo 5:1-10)

«Para ser pobre de espíritu tengo que reconocer que todo lo que tengo proviene de Dios. Yo solo no soy suficiente; necesito de Él. Él es todo, y yo quiero formar parte de Él. Él vino de los cielos para los que le buscan y reconocen su insuficiencia»; exclamó nuestro maestro. Sin embargo, «Lloramos cuando sabemos que somos incapaces de librarnos de nuestra culpa y de nuestro pecado. Recibiremos consolación de lo que nos provoca el lloro, y desaparecerá», continuó. El manso, sin embargo, es aquel que tiene dominio propio, quien por amor y obediencia a su Dios doma su ser y su yo.

El Señor nos invita a conocer las cualidades del ciudadano del reino de Dios en este gran sermón. Las bienaventuranzas, particularmente, reflejan el carácter del cristiano y nos exhortan a parecernos más a Él. ¡Cuán especial el aprender de Sus palabras!

Le invitamos, hermano, a que nos acompañe todos los domingos, a las 9:30am, en la Iglesia de Jesucristo el Caballero de la Cruz a indagar en la Palabra de Dios. Recuerde que la espina dorsal de la Iglesia es la Escuela Bíblica.

Mi Casa es. . . la Casa de Todos