En nuestro Culto al Altísimo del 14 de diciembre, dimos comienzo adorando junto a Tsuarach. ¡Qué hermoso es cantarle a nuestro Señor, Salvador y Amigo! «Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza» (Salmo 100:4). El ambiente cambia cuando le adoramos, cuando le reconocemos y sabemos que Él es Rey. Luego de la adoración extraordinaria del Grupo Tsuarach, subieron al altar las damas del Grupo Somos Avivamiento, con una presentación especial. Las damas de Somos Avivamiento declamaban una poesía coreada basada en la porción de Isaías 9:2-6.
Tan pronto declamaron, nuestra Pastora Iris N. Torres tomó la parte. Trajo una palabra poderosa. El año 2015 será el Año de Cambios. Y en ese año las cosas no serán igual, nuestras vidas no serán igual. “Tu entorno va a cambiar. Tu manera de ver la vida va a cambiar. Tu manera de buscar a Dios va a cambiar. Y los vivos recibirán nuevas fuerzas para la gloria de Dios”, enfatizó nuestra pastora. “Cuando es Dios quien provoca cambios, serán cambios permanentes. Cuando la Gloria de Dios se manifiesta tu entorno va a cambiar. Viene cambio. Viene cambio porque Dios no quiere que nadie se pierda. Por eso tenemos que cambiar. El reloj de Dios comenzó. El primero de enero, el primer segundo tú no serás el mismo. Tendrás otro rostro sobre tu rostro, porque ya no vivo yo si no que vive Cristo en mi.”, continuó.
Cuando es Dios quien provoca cambios, serán cambios permanentes. Cuando la Gloria de Dios se manifiesta tu entorno va a cambiar.
“Año de cambios, de volver al principio, de buscar a Dios; de buscar al Espíritu Santo de manera más profunda. ¿Cómo sabes que Jehová es varón de guerra si no enfrentas tus batallas?”, preguntó. “Jacob peleó con Dios de 6 a 8 horas. Dios se dejó vencer. No salió del corazón luchar, pues era cobarde, mentiroso y tramposo. Jacob no era valiente ni atrevido. Pero aquel día era el día de cambio para su vida. Cuando venga tu día de cambio Dios pondrá el querer como el hacer”, exclamó Torres. “Los cambios de Dios dejan marcas. Jacob se quedó cojo, pero no le impidió enfrentarse a Esaú. En el 2015 los que están a tu alrededor se encontrarán que tú no eres el mismo. Jehová hace las cosas nuevas. Cambió la vida de Jacob, cambiará la tuya”, reiteró.
Al finalizar la predicación, oramos por aquellos que necesitaban un milagro en sus vidas. El Espíritu se dejó sentir de una manera especial y poderosa. El Grupo Avivamiento oró por las vidas que ameritaban un milagro de Dios. ¡Qué bueno y extraordinario es estar en la presencia de Dios! Cuando Él está todo cambia: la tristeza desvanece, la angustia deja de existir; el gozo y la alegría disipan la melancolía, y el desamor es inundado por el Amor de Jesucristo. Cuando el Señor llega transforma el ambiente y la atmosfera; y donde hubo turbación y depresión llega paz y consuelo. ¡Gloria a Dios!
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