En el Culto al Altísimo del domingo 27 de julio, la pastora Iris N. Torres expuso la Palabra escrita en Marcos 4:35; 5:1. «No siempre tienes que ver a Dios para saber que Él está, no siempre tienes que escucharlo para saber que Él está, no siempre tienes que verlo para saber que, aunque la tierra sea movida, Él está. Solo debes saber que donde vayas Él te acompaña y su diestra no se ha acortado», afirmó la pastora. No importa tu tormenta, atrévete a cruzar hacia la otra orilla. ¡Dios está! No siempre lo verás, escucharás o sentirás, pero Él está. «Él no miente; su palabra es fiel y verdadera, y cuando la Palabra te dice “el Yo Soy está contigo” es porque Él está contigo», continuó.

“La tormenta te obliga a encontrar tus fundamentos…»

«Hay tormentas en las que Cristo estará y lo verás; habrá otras en las que no estará en el bote, sino en la montaña; en ambos momentos Él estará presente. Por encima de ti mismo, Dios está», afirmó la pastora. A medio viaje, los discípulos confiaron en que como Cristo estaba, todo estaría bien. Si estás claro y seguro que Cristo está en la barca; ¿por qué tienes miedo? ¿Cuántas crisis has vivido y te desesperas? ¿Por qué dudas cuando viene la adversidad?

 “Por encima de ti mismo, Dios está”

 Dios trabaja de manera particular, Él no quiere que tú te pierdas, sino que todos procedan al arrepiento. Por eso permitirá que vivas procesos que te depuren para que crezcas en Él y puedas vivir la eternidad con Él. Aun así, Él está y, si Él está, saldrás adelante. «La tormenta te obliga a encontrar tus fundamentos; la tempestad es el laboratorio de Dios para que dentro de un ambiente controlado por Él, saque de ti el mejor producto. En la tempestad Dios nos equipa para el servicio», reiteró. Si estás viviendo en una tormenta es porque Dios cree en ti y quiere sacar lo mejor. «Llegó el tiempo de dejar de ser cristianos de mentiras y que comencemos a ser hombres y mujeres que no se muevan por cualquier viento de doctrina; hombres verticales e íntegros que no vendan el evangelio», exclamó.

 “¿Cuál es el problema con los vientos si contigo está el Dios de los vientos?”

Cristo está en la barca y aunque escuches vientos de tormenta a tu alrededor, el está y no hay porque despertarlo. «¿Cuál es el problema si contigo está el Dios de los vientos? La tormenta drena tu fe cuando esta es ficticia porque una fe verdadera se fortalece en la tormenta», explicó la pastora. Todo se calmó y los discípulos entendieron que por más que sus ojos vieran una cosa, tenían que aprender a confiar en Dios. «No te rindas, mantente enfocado, sigue remando hasta la otra orilla porque hay un gadareno que espera por Jesús; hay una vida que espera por Cristo», exhortó la pastora. Confía durante la tormenta y cumple lo que Dios te ha dicho que tienes que hacer. Hay algo que tienes que aprender, y en tiempo de paz no lo aprenderás; solo en la crisis. «La tormenta pasará. No te enfoques en ella. Las tormentas vienen y van, pero Cristo permanece para siempre», finalizó.

No olvides que…. Mi casa, es la casa de todos