Luego de un extraordinario devocional de adoración y de exaltación a nuestro Señor, dirigido por nuestra hermana Diana, nos preparamos para la parte más importante: la ministración de la Palabra. El culto Matutino al Altísimo del 28 de septiembre de 2014, fue cedido a la la pastora Marta Ramírez, de la Iglesia Discípulos de Cristo de Toa Alta para que expusiera la prédica que Dios había puesto en sus labios.
«Hay gente que no se alegra de que quien le hirió en el pasado halle vida y bien en el Señor. Eso habla mucho de cuánto de Dios tenemos en nuestros corazones», dijo Ramírez. «Esto le pasó al hermano del hijo pródigo, estaba descontento con el banquete para su hermano», continuó.
«Puestos lo ojos en Jesús, Autor y Consumador de nuestra fe. El día en que miren a Marta [la predicadora], o a Nanny, nos vamos por el chorro. ¡Nuestra mirada debe estar puesta en Dios!», aseguró.
«Ya no hay amor a la patria. Es más fácil irse a otro lugar que quedarse y echar hacia adelante el país en el que Dios nos permitió nacer. No voy para la isla de la zebra, ni la del caballo, no quiero ir a ninguna más; me quedo en la Isla del Cordero», expresó. «Lo espiritual no es negociable», aseguró. «Hay que aprender a disfrutar lo que Dios nos ha dado. Hay que despertar y ver las cosas como son. Enfrenta la vida como cristiano; con Cristo como Poderoso Gigante. Tú estás sostenido por la mano de Dios», continuó. «¡La iglesia en Puerto Rico no entiende la grandeza, lo sublime, de estar en Dios! El Evangelio se ha convertido en algo de todos los días y nos hemos desviado del centro. Usted no puede disfrutar algo que no conoce. Solo conocemos un rayo de la totalidad de lo que es Dios», afirmó Ramírez.
«Es una pena morirse de sed con un manantial de vida en frente a nosotros»
«Somos la gente del Libro (Biblia) que la carga, que la valora y que la practica. Si aceptas al Señor y no te metes en el Libro, puede que no haya un cambio. Es como un recién nacido, sin cuidado, sin nutrición y, por lo tanto, susceptible a morir. Es necesario que volvamos a la Palabra; tenemos que nutrirnos. Es una pena morirse de sed con un manantial de vida en frente a nosotros. Es triste ver como en la depresión no buscamos la Palabra, donde Él nos dá el gozo, que es nuestra fortaleza. No ores pidiendo, ora dando gracias porque es Cristo estamos completos», expresó.
«Mi pueblo perece por falta de conocimiento. Hay que saber honrarle, hay que saber obedecerle. Si vosotros permaneciereis en mis palabras, sereis verdaderamente mis discípulos. Y conocereis la verdad y la verdad os hará libres», continuó.
Es tiempo de volver a la Palabra: conocerla y vivirla
Las armas de nuestra milicia son poderosas para la destrucción de fortalezas. ¡Es tiempo de buscarle y conocerle, y de disfrutar lo que tiene para nosotros. Es tiempo de meternos en ayuno, en oración. Es tiempo de conocer a nuestro Creador. Es tiempo de volver a la Palabra: conocerla y vivirla!
«No pierdas la confianza que tiene gran galardón», finalizó.
Al cerrar la prédica, se hizo un llamado y vidas vinieron al Señor. ¡Gloria a Dios! Terminamos con el gran culto de la mañana con la Pastora Marta Ramírez orando e intercediendo poderosamente por la iglesia y por nuestra Isla. Dios es bueno. . .
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