El culto al Altísimo nocturno comenzó con la adoración por parte del grupo de adoración Tsarach entonando la alabanza “Yo te creo”. Esto dio paso a la predicación de la noche en los labios de nuestra Pastora teniendo como base bíblica la porción del evangelio de Marcos 4:35-40.

 En medio de la tormenta que estés viviendo siempre habrá alguien que te acompañe. Independientemente sea cual sea tu tormenta, Dios está en tu barca. En el relato de hoy se expresa que fue Jesús quien pidió pasar al otro lado sabiendo Él que los estaba enviando a una tormenta. Habrá momentos que no tendrás el control, que serán inesperadas, pero Dios te dice que cruzarás el mar porque Él estará contigo en la barca. Sin temor a lo que tengas que enfrentar en el nombre de Jesús llegarás a la otra orilla. “Lo que está viviendo Puerto Rico es para su aprendizaje, parecerá que vamos a zozobrar pero Puerto Rico llegará a la otra orilla y cruzaremos el mar”, expresó la pastora Iris N. Torres Padilla.

 “Cuidado con la familiaridad con Dios; que no se te olvide que Dios es Dios. Los discípulos tomaron el barco, no hicieron provisión confiando en su experiencia y prefirieron resolver los problemas por ellos mismos sin la ayuda de Jesús. Dios trabaja de manera particular y su llamado es irrevocable, pero mantén la llama encendida. ¿Cuál es tu barca? ¿Tus hijos, empleo iglesia, amigos, futuro? Procura que aunque no tengas comida Jesús esté en tu barca” continuó diciendo. Nadie te hará falta porque Jesús te proveerá de todo lo que necesitas; si Él está en la barca, todo estará bien. ‘Él es el pan vivo que descendió del cielo’ y ‘es el agua que salta para vida eterna’ por lo que entonces te corresponde a ti montarte en la barca y confiar.

 Es a través del dolor que te descubres a ti mismo y no es hasta que se caen las hojas del árbol de tu vida en el otoño que llega la primavera y tu vida reverdece. La tormenta es una bendición y lo que estás pasando es porque lo necesitabas. Puerto Rico es un país engreído y lo que está pasando es porque está acostumbrado a los tiempos buenos sin enfocarse en los peligros de los que hemos sido librados y le han dado las espaldas a Dios; pero llegará el momento en que la Tierra será arada y la promesa que está intrínseca en el corazón será expuesta.

 Dios no te dejará; Él está en la barca. En medio de la tormenta se despertó ese que estaba dormido, pero que seguía estando presente.

Mi casa, es la casa de todos