El domingo 12 de julio de 2015, nos reunimos en el Aposento Alto en la clase bíblica de jóvenes, dirigida por el maestro Julio Santiago. La clase discutió Miqueas 3, hcaciendo énfasis en el mensaje del profeta y la relevancia a nuestros tiempos. Utilizamos como referencia MIqueas 3:1-7 y la revista El Discípulo.

«Dije: Oíd ahora, príncipes de Jacob, y jefes de la casa de Israel: ¿No concierne a vosotros saber lo que es justo? Vosotros que aborrecéis lo bueno y amáis lo malo, que les quitáis su piel y su carne de sobre los huesos; que coméis asimismo la carne de mi pueblo, y les desolláis su piel de sobre ellos, y les quebrantáis los huesos y los rompéis como para el caldero, y como carnes en olla. Entonces clamaréis a Jehová, y no os responderá; antes esconderá de vosotros su rostro en aquel tiempo, por cuanto hicisteis malvadas obras. Así ha dicho Jehová acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, y claman: Paz, cuando tienen algo que comer, y al que no les da de comer, proclaman guerra contra él: Por tanto, de la profecía se os hará noche, y oscuridad del adivinar; y sobre los profetas se pondrá el sol, y el día se entenebrecerá sobre ellos. Y serán avergonzados los profetas, y se confundirán los adivinos; y ellos todos cerrarán sus labios, porque no hay respuesta de Dios.» (Miqueas 3:1-7)

«El gobierno buscaba su propio bienestar sobre el bienestar del pueblo, dijo Santiago. «Nuestra confianza no debe estar en el gobierno ni en los líderes. Ahí está nuestro mayor error», enfatizó el maestro. «La profecía más segura es la Palabra.» «Utilizaban la profecía para hablar bien cuando no era lo que debía decirse.» «No podemos quedar callados ante la injusticia.» «Debemos discernir», finalizó.

Amado hermano, le esperamos todos los domingos en la Iglesia de Jesucristo El Caballero de la Cruz, a las 9:30am, en la Escuela Dominical: la espina dorsal de la Iglesia.

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