Un grupo de 74 jóvenes se dieron cita en la Sociedad de Jóvenes Luces de Sión el viernes 21 de marzo de 2014 a las 7:30 p.m. en el primer piso de nuestra iglesia. La presidenta de la Sociedad, Patricia Torres, expuso la palabra, que se encontraba en 1 Corintios 3.

3 aceptaron a Jesús

«De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales? (1 Corintios 3:1-4).

Cuando Pablo se dirige a la iglesia de Corinto los compara como a niños en Cristo. El Apóstol Pablo se da cuenta que la iglesia estaba dividida por la inmadurez espiritual de los creyentes. ¿En qué radicaba su inmadurez espiritual? En que unos aseguraban que seguían las enseñanzas de Pablo y otros expresaban que «eran» de Apolo. Estas disyuntivas creaban discordia y separación en el cuerpo de Cristo. Si hay algo que Dios anhela es que seamos seres maduros, por lo que Pablo anhelaba que esta iglesia también lo fuera. Dios no te quiere dar leche, sino vianda; es decir, Dios desea que maduremos. El primer paso es reconocer que has sido inmaduro y que debes madurar en Él. Entonces, comenzarás a experimentar los frutos del Espíritu (Gálatas 5:22-23) y te convertirás en una persona sabia (1 Corintios 2:6-7). La llave, que es la palabra de Dios, está en tus manos. Utilízala para abrir esa puerta en el nombre de Jesús.

¿Cuánto tiempo llevas en la iglesia y aún no has dado fruto? 

No podemos repetir la historia de la iglesia de Corinto. Que llegue el momento en que Dios no te tenga que hablar como a un niño, sino como a un joven maduro y espiritual. Es tiempo de crecimiento y de desarrollarse en el Señor. Sin embargo, eres tú quien toma esa decisión.

Y si aún no has aceptado al Señor, recíbelo en tu corazón; tal y como lo hicieron 3 jóvenes esa noche del viernes.

El altar está abierto para ti…

 

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