Los valores: son principios que nos permiten, mediante nuestro comportamiento, realizarnos como mejores personas. Es decir, son esas cualidades que vienen unidas a las características de cada individuo y que ayudan al mismo a comportarse de una forma correcta. Actualmente, estamos viendo en nuestro diario vivir que las personas se han «enfriado», en otras palabras, no nos importa nada más que nosotros mismos y actuamos en muchas ocasiones sin respeto.

¿Cómo volvemos a lo correcto? ¿Cómo sabemos que es lo correcto?

Los valores hacen tangible la determinación de nuestras prioridades y nos ayudan a encaminar nuestra vida a una autorrealización. También nos ayudan a tener discernimiento para ir por el mejor camino. Nuestro fin en esta tierra es uno: seguir a Cristo y servir a los demás para así llegar a la altura del varón perfecto y alcanzar la eternidad. “Y cuando estuviereis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que vuestro Padre que está en los cielos os perdone también a vosotros vuestras ofensas.” Marcos 11:25

En otras palabras, los valores corresponden a las acciones o comportamientos correctos o incorrectos, permiten diferenciar el bien del mal, de lo que se debe y lo que no, lo justo o de lo injusto. Cada individuo debería identificar sus valores, y al hacerlo se dará cuenta de lo que realmente es importante para él. “No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo: más amarás a tu prójimo como a ti mismo: Yo Jehová.” Levítico 19:18