En medio de un ambiente de adoración pleno donde la iglesia de Jesucristo El Caballero de la Cruz levantaba las manos en señal de reverencia, dimos comienzo al Culto al Altísimo nocturno.  Esta noche nos deleitó con la exposición de la palabra el hermano Ezequiel Colón Cruz, quien tuvo a bien traer el «así dice el Señor» tomando como base la porción de Lucas 7:11-16:

«Acontenció despues, que él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con el muchos de sus discípulos, y una gran multitud.»

El nombre de Naín significa «bellos o hermosos», «pastos» o «grama» por lo que el que llegaba a Naín estaba llegando a la tierra de «hermosos pastos».  «A Jesús le seguían dos tipos de grupo: los discípulos, y aquellos que querían saber qué era lo que hacía Jesús, por lo que se convirtieron en seguidores. ¿En cuál de los dos grupos te encuentras: en el que es un seguidor permanente? ¿o en el que simpatiza con las bendiciones? Esta noche es la perfecta para que busques la verdadera intención del por qué estás en la iglesia», comenzó indicando Colón.

Mientras Jesús se acercaba a Naín, se encontró con el escenario del velorio de un joven, el cual era hijo único de una madre viuda quien iba de camino a enterrar sus sueños y su único sustento. Es una ironía que la ciudad que era conocida por «deleitosos pastos» se había convertido en un lugar de dolor y de amargura.  Cuando se acercaba la mujer con el féretro, entrando por la puerta llegaba Jesús.  Por la misma puerta estaba saliendo la muerte y entrando la vida.  ¿A qué grupo perteneces? ¿Al de los fieles que decidieron seguir a Jesús o aquellos que sólo estaban para ver los milagros de Jesús?

Jesús es la puerta por donde todo aquel que viene, sale y entra a la misma vez.  Sales de una vida de pecado y de miseria y entras a una vida de abundancia y de gloria. Jesús te ve y observa cuando tienes necesidad, Él está cerca de nosotros y de los tuyos.  No puedes tenerle miedo al proceso porque, por mas que huyas, el proceso llegará a tu vida y no saldrás de ese proceso hasta que crezcas, porque Él desea llevarte a otro nivel.  Dios provocará situaciones para que salgas a su encuentro.  Jesús, al acercarse a la mujer, le dijo que no llorara más porque la solución a su tristeza estaba delante de sí misma.

Dios es un Dios de compasión que no aprueba el pecado, y por esa compasión es que está contigo y te consuela. «En la espera de la promesa, Ana confió y creyó ante la palabra de Dios dada a su pueblo, porque Samuel era el sueño de Dios en Ana. Dios va al futuro y regresa al presente porque lo que es para ti y para mí, ya Él lo conoce», continuó diciendo Ezequiel.

Cuando Jesús le devolvió el niño a la madre, le devolvió la esperanza, el sustento, la vida, la alegría; porque Dios es nuestro sustento y Él sabe de qué tienes necesidad.  Dios está dispuesto a visitarte. Aquel día, el nombre de Dios fue glorificado; las personas que seguían al Maestro se maravillaban y reconocían que Dios había llegado a Naín.

MI CASA, ES LA CASA DE TODOS