En el primer domingo del año 2015 celebramos nuestro Culto al Altísmo diurno, el cual estuvo a cargo de la pastora Vanesa Torres Padilla, quien expuso una predicación sobre Hechos 12:1-16.

El mejor ejemplo de cómo debemos orar lo brindó Cristo en la oración del Padre Nuestro. «La vida del ser humano debería ser una constante comunicación con su creador. Nuestra vida espiritual no podrá crecer sin oración», comenzó la pastora.

Es necesario que oremos, nos fortalezcamos y anunciemos a otros la necesidad que el mundo tiene de Dios. Debemos predicar su Palabra y anunciar a otros lo que Él ha hecho por nosotros. «Cuando Cristo decía ‘venga tu Reino’, exclamaba sobre la necesidad que tenemos de que Dios esté presente en nuestra vida; la necesidad que tiene el mundo de Dios. Es necesario que obedezcamos a Dios. Su voluntad es agradable y perfecta», explicó la pastora.

El mismo Cristo no realizaba nada en su ministerio sin antes orar; debemos emular su ejemplo. En ocasiones, oramos con una mentalidad derrotada, preocupados si Dios nos estará escuchando. Muchas veces somos como el grupo que oraba por Pedro: día y noche oraban por él, sin embargo, al enterarse que Pedro estaba libre, insistían con incredulidad en que él estaba preso y que no estaba a la puerta del lugar donde oraban.

Oremos creyendo que Dios hará y recibamos con alegría, en lugar de con incredulidad, su contestación y su favor.

 

Mi casa es la casa de todos.