Tomando como base la porción de 1 Samuel 17, la pastora Iris N. Torres Padilla dio comienzo al culto matutino dominical de la Iglesia de Jesucristo El Caballero de la Cruz continuando con la serie de predicaciones sobre David, luego de finalizada nuestra campaña de Escuela Bíblica Dominical.
«Siempre antes de una guerra hay una pre-guerra, antes de una gran batalla hay una pequeña batalla, antes de una crisis hay una pre-crisis. Satanás es astuto para desenfocarte antes de atacarte», comenzó la Pastora. Mientras nos enfocamos en apagar pequeños fuegos, Satanás está preparando una hoguera. «Cuídate de la pre-guerra y pre-batallas. Hay veces que Satanás usa tus mismos cercanos para desenfocarte de tu Norte. Procura no ser la zorra pequeña que estorbe a tu hermano para enfrentarse a la guerra final», continuó. David tuvo que enfrentar unas pequeñas guerras antes de enfrentarse a Goliat. Él sabía en quién había creído; el problema eran los suyos , que no creían en él. Cuando David se enfrentó a Goliat ya se había enfrentado al olvido de su padre, al rechazo de su hermano mayor. “Se olvidará la mujer de lo que da a luz, pero Jehová no se olvida de ti”, exclamó.
Satanás trata de trastocar tus emociones y, aunque la razón debe dominar la emoción porque se supone que tengamos la mente de Cristo, hay momentos en los que el corazón duele. Isaí envió a David a llevarle alimento a sus hermanos que estaban en la guerra. «Dios ungió a David delante de toda su familia y lo primero que hizo su padre fue enviarlo a donde sus hermanos como “nene de mandado”. Ni siquiera la unción de Samuel puso en perspectiva a Isaí sobre quién era David», explicó la pastora.
Al llegar David allí, escuchó cómo Goliat insultaba los escuadrones de Israel veía a los varones de Israel escondiéndose ante las amenazas de Goliat. «Si vences a los ataques de la pre-guerra los de la guerra no te van a vencer porque ya tienes la fuerza y las estrategias», aclaró. Ante las amenazas de Goliat, David fue el único que se enfrentó a él porque entendía que Aquel que creía en él le ayudaría. En el versículo 33 del capítulo 17 dice la Biblia que Saúl lo desanimó pero David le contestó de manera sabia. «David sabía lo que era la guerra porque los ungidos de Dios viven la guerra desde la niñez», explicó la pastora.
La indignación de David no era causada por los gritos de Goliat, sino por la manera en que esos gritos pretendían manchar el nombre de su Dios; el único que creyó que él podía. «David no se olvidó que era pastor aunque iba a la guerra. Tomó cinco piedras lisas; prototipo de cinco guerras que habría de libar en su vida. Las piedras lisas estaban procesadas de la misma manera en la que David había sido procesado; uno se enfrenta a la guerra con las armas afines a tu espíritu», explicó.
Dios mediante, el próximo domingo continuaremos con el tema de David frente a Goliat. Confía en el poder del Señor, ten paz y recuerda que,
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