Nuestra pastora Iris Nannette Torres Padilla comenzó la prédica en la mañana del domingo 19 de abril de 2015 con la lectura del Salmo 11: «En Jehová he confiado; ¿cómo decís a mi alma, que escape al monte cual ave?».

«El año 2015 es el año de cambios. Si estamos en el año de cambios no puedo estar en la cárcel. La cárcel es prototipo de rebeldía, pecado, mentira, la doble vida.  Tu cárcel puede ser además la depresión. la amargura o la ira.  El que vive en Cristo no puede estar encarcelado.  Ante los problemas,  los que somos de Dios no huímos, abrimos nuestras alas y volamos alto, pero es imposible hacerlo estando encarcelado.  Nadie en la cárcel tiene la justa perspectiva de la realidad, pero cuando vuelo y expando mis alas , mi visión cambia», comenzó diciendo la pastora.

¿Qué te ha encarcelado? ¿Las experiencias pasadas? ¿El pecado? ¿Tú mismo? Muchas veces las propias circunstancias te dicen: «enciérrate». En el Salmo 11: 2-3 dice: «Porque he aquí, los malos tienden el arco, disponen sus saetas sobre la cuerda, para asaetear en oculto a  los rectos de corazón.  Si fueren destruidos los fundamentos, ¿qué ha de hacer el justo?».  «Todo se acomoda y te indica que te encierres, pero nuestro fundamento es Cristo», dijo la pastora acerca de la porción bíblica. «El que está encerrado, no se da cuenta de que hay un fundamento. Construye tu casa sobre la roca, levanta tus alas como el águila y vuela alto», continuó.

Dice el verso 4 que «Jehová está en su santo templo, Jehová tiene en el cielo su trono, sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres».  En la cárcel Jehová te ve; él escudriña aun nuestros pensamientos. Cuando somos libres, no debemos confundir libertad con libertinaje.  Al volar al monte cual ave podemos ser presa del cazador. Cuando soy libre, debo ser responsable de mi conducta.  Por eso, para mantener tu libertad debes saber a dónde te diriges; debes dirigirte hacia cumplir el propósito de Dios. «El que es libre se somete a Dios, aunque no lo entienda, porque somos llamados a obedecerle.  En este día, sal de tu cárcel, escoge el buen camino y vive en la libertad con la que Cristo te hizo libre», finalizó la pastora.

 

 

Mi casa es la casa de todos.