En la noche de hoy, la Pastora Vanessa Torres usó como base bíblica la porción de Hechos 4:13 para expresar lo siguiente:
Pedro se convirtió de pescador a rescatador de hombres. El evangelio es capaz de hacer que los hombres sean nuevos. Eso fue, precisamente, lo que le ocurrió a Pedro.
El encuentro con Jesús fue particular, fue a través de su hermano Andrés. Cuando este trae a Simón, Jesús declaró que se llamaría Cefas, que quiere decir Pedro; dando a demostrar que Pedro no sería un número más para el Señor. Relata Lucas que Pedro era un hombre particular, era un simple pescador, un hombre sin letras. Sin embargo, Jesús vio en él posibilidades. Tenía un carácter y temple fuerte, era poco entendido y tenía poco conocimiento, pero Jesús se encontró con Él, y le cambió el nombre.
Jesús tuvo varios encuentros con Pedro antes de llamarlo: la primera vez fue al sanar a su suegra (Lucas 4:38). La segunda vez fue cuando estaba en el lago de Genesaret y Jesús se fue a su barca y le preguntó “si se atrevía a irse al mar con él” y le dijo “boga más adentro”. Estos encuentros con Jesús cambiaron la manera de pensar de Pedro y pudo entender que no se trataba de sus capacidades.
Tira la red en esta noche.
¿Qué podemos aprender en esta noche?
1. Cristo lo sabe todo – Uno de los errores más grande que cometemos los creyentes es que excluimos a Cristo de nuestras decisiones, mete a Dios en todo tus asuntos y veras que todo te ira bien.
2. Cristo quiere que lo reconozcamos y seamos obedientes – que bueno es saber que a Dios no le interesa contestar los porqués, le servimos a Dios por amor, no porque hay un infierno. Yo confío que Él es mi guardador, que Él estará conmigo todos los días. Le sirvo porque le amo, porque Él es el dueño de mi vida y todo lo que tengo me lo dio Él.
3. Cristo quiere bendecirte – Pedro pudo ver a un Dios sanador, pero vio a uno personal, a uno que hizo una pesca milagrosa, a uno que se metió en su trabajo, uno que se encarnó, que se hizo hombre y murió en la cruz para que todos fuesen salvos en su nombre. Cuando Pedro entendió el alcance de este evangelio, entendió que era tiempo de olvidar que era pescador, de olvidar que había negado a Cristo, olvidar que había sido un cobarde, y comenzar a creer en un Dios que vio en él posibilidades y que le dijo que sería pescador de hombres.
La buena noticia es que Cristo es nuestro fundamento. Él es la roca cuya obra es perfecta. Fuera de toda duda, Pedro cambió, Dios mismo le enseñó, Dios le capacitó porque a Él le place hacer sabio a quien quiere hacer sabio. Serás exitoso cuando tomes el evangelio de la paz como el fundamento de tu vida. El fundamento de mi vida es eterno porque es Cristo mismo. Si el fundamento de tu vida es Cristo, la gente que te ve reconocerá que estás con Él y vive dentro de ti. Cuando conozco el fundamento de mi fe, quiero ser como Jesús y formar parte de su muerte y resurrección.
No olvides que…. ¡Mi casa es la casa de TODOS!
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