Durante el culto al altísimo nocturno, los varones del Grupo de Avivamiento dieron comienzo a la adoración de la noche tomando como base bíblica la porción de Lucas 1:28-33 declamando una poesía coreada para dar paso a la predicación de la noche en labios de nuestra pastora Iris N. Torres Padilla, siendo Juan 7:1-6 la porción bíblica.

«Nuestro héroe es Cristo. Cuando éramos niños habían muchos héroes en la televisión, pero hoy conocemos uno que se hizo hombre para morir en la cruz», comenzó la pastora. «Si hay alguien que tiene todas las cualidades para ser un héroe, es Cristo. Este héroe hacía lo que nadie más hacía: tocaba leprosos, tocaba muertos, lloró junto a la viuda de Nain, se dejó tocar por la mujer del alabastro, habló con la samaritana; rompiendo muchas veces con lo establecido por la Ley de Moisés», continuó. El día en que la Iglesia consista de personas perfectas, el evangelio dejará de funcionar. Hay personas sobre la Tierra que impresionan con su historia y legado: Martin Luther King, Madre Teresa de Calcuta y Ganhdi son ejemplos, pero estos son héroes que han muerto. La Palabra de Dios, sin embargo, no envejece.

«Si no hubiera personas que sueñan, el cántico del soñador moriría. Sin embargo, procura que en la defensa de los valores no te pierdas. Cuidado con aquello que creo que es correcto, pero que lacera la dignidad de las personas por las que Cristo murió», explicó la pastora. Dos personas en una habitación tendiendo intimidad fueron sorprendidos en adulterio y fue la mujer juzgada. -«Todos los milagros de Jesús fueron interrupciones en su camino: los héroes siempre están en el lugar y momento correctos. Dios nunca llega tarde, Él siempre llega a tiempo.- Todo el mundo tenía piedras listas para apedrear a aquella mujer, según lo establecía la Ley de Moisés. Ella sabía que no tenía escapatoria, pero lo que no sabía era que su salvación venía de camino.  Cristo apareció en el camino de aquella mujer y su situación cambió de muerte a vida. Cristo no la señaló y la defendió: ‘él que esté libre de pecado, que tire la primera piedra’. Los que estaban en la misma condición de pecado que ella y que la señalaban, se fueron sin nada que decir», explicó la pastora.

«De la misma forma en la que Jesús se apareció en la vida de aquella mujer, quiere aparecer en la tuya. El cambiará tu tristeza en baile y alegría; solo Dios puede volverte la esperanza», continuó. Horas antes de morir, Cristo se reunió con sus discípulos para cenar con ellos por última vez despidiéndose y dejándoles saber que los amaba porque eran sus amigos. «En este año de cambios Dios colocará una hermandad sobrenatural en la iglesia de Jesucristo. La única forma de enfrentar lo que viene es amándose unos a los otros. Pídele al Señor que cambie de ti aquello que no le agrada. Aun en el que no desee ser cambiado por Dios, Él intervendrá a la fuerza. El primer lugar será de Él; verás cambios en todo lo que te rodea y eres. Pero, ten paz. Los cambios de Dios siempre serán para bien», culminó la pastora.

Mi casa, es la casa de TODOS