Nos separamos de nuestras ansiedades, de los ajetreos de la cotidianidad, del ambiente metropolitano, para asentarnos por tres días entre los valles y los montes de nuestra patria. Nuestra hermana Esperanza Collazo desarrolló su retiro anual en Barranquitas, del 28 de marzo hasta el 30 de marzo; titulado Retiro Espiritual: Restaurando Vidas. El mismo fue un magno evento, cuyo centro y propósito era la cercanía a nuestro Señor.

La mano del Espíritu Santo se dejó sentir de una manera muy especial. La ministración de nuestro Dios a nuestras vidas no cesó en ninguna manera en este tiempo muy especial de intimidad. Todos juntos: damas, caballeros, ancianos, jóvenes y niños, «nos unimos en un mismo pensar y parecer» para exaltar el nombre del Señor, y darle gloria y honra. Cual día de Pentecostés, juntos buscamos el rostro del Señor, obstinados en hallarlo. Y Dios se dejó encontrar. ¡Gloria sea a Su nombre!

Ciertamente Dios estuvo allí, y le damos gracias por Su presencia y ministración. Sin embargo, es menester agradecerle a nuestra querida hermana Esperanza Collazo, por su gran labor y esmero; por llevar a un pueblo a la cercanía con su creador y salvador. No obstante, le sería imposible a Esperanza realizar tan grande hazaña sin las manos de sus fieles y trabajadores colaboradores y líderes del retiro, a quienes aplaudimos y agradecemos. ¡Tanta pasión es difícil de hallar en nuestros días! En nuestro próximo retiro, amado hermano, te esperamos para que juntos podamos profundizar e indagar en Su santa presencia.

 

[quote align=»center» color=»#FF0000″]Mi Casa es Casa de Todos[/quote]