Después de un mover de Dios extraordinario donde Dios comenzó sanando a todo enfermo, no sin antes “arreglar las cosas con Dios”, dio comienzo nuestro Culto al Altísimo nocturno teniendo como base Hechos 2:1.
«Cuando estoy lleno de Dios, no me tienen que obligar a ir a la iglesia, no me obligan a diezmar, no hablo del prójimo, amo la ley de Dios, no hay espacios vacíos. ¿De quién te tienes que llenar en esta noche?», comenzó su sermón Iris N. Torres. «¿Cuál fue la señal? 50 días después de la resurrección, Cristo se fue y le dijo a los discípulos que nos los dejaría huérfanos. Él hizo provisión para su pueblo y dejó un representante por él; el Espíritu de verdad», continuó.
Cuando estoy en Cristo, mi apariencia refleja lo que hay dentro. Santidad es vivir lo que predicamos y ser lo que decimos ser. La presencia de Dios no es sólo para aquel que tiene títulos, sino que es para todo el mundo; el Espíritu Santo morará en corazones santos que quieran ser llenos de Él. «El problema de Puerto Rico nadie lo va a solucionar, solo lo solucionará el volver a Dios», prosiguió la pastora.
Los discípulos se encontraban juntos en el mismo lugar sin estar pendiente a otra cosa que no fuera a buscar la presencia de Dios. Mientras estaban todos juntos, la tierra tembló, el viento sopló y comenzaron a hablar en otras lenguas. Esta presencia provoca cambios, tanto así que Pedro le habló a miles de personas lleno de sabiduría y del Espíritu en su primer discurso. «Aunque no hables lenguas, eres salvo; el Espíritu Santo está sobre y dentro de ti y, cuando el diablo te ve, ve a Dios», explicó la pastora. Este es el tiempo de que vuelva el fuego a tu vida. ¿Por qué necesito ser revestido? Porque si los días no fueran acortados nadie se salvaría, porque se están levantando padres contra hijos y viceversa. Dios espera una Iglesia viva, veraz, capaz, vibrante y llena de su poder. Procura congregarte en un lugar donde Dios esté; donde haya sanidad y presencia del Espíritu de Dios.
«¿Qué vas a hacer con lo que Dios te ofrece hoy? La mesa está servida. Ven, eres mi hijo e hija, toma todo lo que es tuyo. Necesitas ser lleno. No te acomodes a este tiempo, no pierdas tu galardón, no te dejes de congregar, vence todo obstáculo; que tu copa rebose y que seas lleno de Dios…», culminó.
Hermano, le invitamos a que asista a nuestro Culto al Altísimo nocturno; todos los domingos a las 7:00pm.
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