Después de un momento de adoración donde entonamos alabanzas a nuestro Dios y le dijimos que era Santo y que lo único que deseábamos era adorarlo, dimos comienzo a nuestro Culto al Altísimo nocturno con la palabra expuesta en los labios de la pastora Iris N. Torres Padilla. El mensaje de la noche fue tomado del libro del profeta Habacuc, a partir del capítulo 1.

 El ser humano se queja de muchas cosas y se pregunta por qué Dios no hace algo contra la injusticia. “Los piadosos oran y da la impresión que las oraciones no causan ningún efecto y a veces sentimos que no somos escuchados, que no hay nadie en los cielos para nosotros, que el cielo está cerrado y hay veces que el corazón juega juegos peligrosos”, expresó la pastora. Este tipo de pensamiento pasó por la mente de Habacuc en tiempos antiguos, pero él fue más allá y pidió una respuesta. Siempre que oramos, Dios escucha aunque no conteste. “Daba la impresión que Dios no hacía nada, que la violencia crecía y el cielo estaba en silencio, y había una amenaza de ataque por parte del imperio babilónico”, continuó.

 Dios escuchó la queja de Habacuc y le avisó del ataque de los caldeos. Dios describe a los caldeos como leones ágiles terribles, como águilas que caen en picada para matar. Habacuc no entendía cómo Dios usaba una nación tan malvada para atacar a su pueblo. La segunda carta a los Corintios 4:17 expresa lo que Dios quería que Habacuc entendiera.  En estos tiempos, al igual que antes, parece que Dios se ha olvidado de su pueblo y el Mundo ve al pueblo de Dios con pena. Da la impresión que Satanás triunfó, pero debemos luchar día a día y buscar alternativas para nuestras situaciones.

 Como Jehová siempre escucha la oración, Habacuc meditó en Él y esperó la respuesta del Dios que él sabía que respondería. Él sabía que esa respuesta llegaría en su propio tiempo.

 En medio de su conversación llena de amor y de esperanza Dios le dio tres consejos:

  1. El justo por la fe vivirá. Dile a Dios que en medio de esta crisis aumente tu fe para que veas el plan de Dios para esta tierra.
  1. La tierra será llena del conocimiento de la Gloria de Jehová. Dios aborrece la avaricia, codicia, homicidio, embriaguez e idolatría; estos pecados contaminaban a Israel y también a Puerto Rico, pero aunque haya pecado, Dios llenará la tierra de su gloria y conocerá quién es Dios.
  1. Jehová está sentado en Su trono. Dios está atento al clamor y lo que su pueblo está viviendo y tiene todo el poder. Todavía Jehová reina e interviene en los asuntos de las naciones y no tenemos por qué quejarnos. Anímate y avancemos en victoria.

 ¿»No te ha faltado nada hasta el día de hoy? Acuérdate de lo que Dios ha hecho por ti y lo que le dijo al profeta. La experiencia del profeta fue tan renovadora que, aunque no quitó el ataque de los enemigos, Habacuc sabía que no tenía fuerza propia pero Dios le daría la fuerza para enfrentar la prueba que vendría», terminó expresando la Pastora.

Mi casa es la casa de TODOS