Le agradecemos a nuestro Dios una noche más para exaltarle. En este domingo vinimos con actitud de adorar al Señor, y junto a Tsuarach pusimos el nombre de Dios en alto. Una vez concluido el devocional, el predicador, César Rosado, comenzó a exponer la poderosa e inigualable Palabra del Señor:

“Una asechanza es un artificio para hacer daño. Ponte la armadura; te quieren hacer daño. Para resistir, tienes que fortalecerte en el Señor.  El consejo es para todos; tenemos que velarnos las espaldas. Como un batallón debemos velar los unos por los otros. Hay que hacer frente común en el Espíritu. Necesitamos estar llenos de la cobertura de Dios y su armadura. La lectura de Efesios nos da más herramientas defensivas que ofensivas. Pero la espada del Espíritu es la Palabra. Esa es la herramienta más poderosa. No podemos dejar a nadie solo sin armadura. ¿Cómo resisto? ¿Cómo aguanto el embate? ¿Cómo sabré cuándo vendrán los ataques? El cristiano necesita entrenamiento. Hay muchos que pelean solos. No puedes pelear solo. Necesitamos unos de otros», dijo.

A todos nos toca, en ese ciclo de la vida, el día malo. Levántate de ese día malo, ponte la armadura de Dios, y vamos a ganar (en el nombre de Jesús) esta batalla. La armadura puede pesar, puede molestar, pero es necesaria. “Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra, mas a ti no llegarán”, finalizó el predicador.

Oramos por las peticiones de nuestros queridos televidentes, y por las peticionces de la iglesia. Sin fe es imposible agradar a Dios.

 

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