En la juventud tendemos a menospreciar a las personas de edad madura ya sea porque son de edad avanzada, «están fuera de onda», son muy religiosos, sus costumbres son antiguas, entre otras. Esto impide que nos demos cuenta que ellos son una de las fuentes más ricas de sabiduría, consejos, conocimientos, enseñanzas, inclusive diferentes formas de ver la vida. La noche del pasado miércoles 13 de agosto fue extraordinaria, pues contamos con la participación del Club de Oro, y vimos que las personas de edad avanzada de nuestra Iglesia pueden ser hasta mas chéveres que nosotros los más jóvenes. Estos tienen un fuego, un gran amor por Cristo, una pasión y una forma dinámica de ministrar y llevar el mensaje del Señor.

Nos deleitaron con cánticos, coritos clásicos, testimonios, poemas y un mensaje poderoso por Roberto Aponte, basado en  Proverbios 1:7 “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza”.  Aponte nos recalcó muchas veces que nos colocáramos el “blin blin” de la sabiduría e inteligencia de Cristo, ya que estas son fundamentales para nuestro diario vivir. Este culminó con Eclesiastés 12:1: “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento”. Juveniles, necesitamos de la sabiduría del Señor para tomar decisiones correctas en esta etapa de nuestras vidas, ya que estas garantizarán una extraordinaria vida en Dios y la llegada a la edad avanzada.

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Mi casa, es la casa de todos

Escrito por: Shaliny Quiles