Hoy domingo 24 de abril,  en el culto matutino,  recibimos palabra de gran edificación  para la iglesia en labios de nuestra pastora Iris Nannette Torres, que comenzó diciendo: «Dios le dijo a Moisés: No huyas del Mar Rojo, acampa frente a él.  No es tiempo de huir, sino de acampar.»

En Éxodo 14:1-2 la palabra de Dios dice : «Habló Jehová a Moisés, diciendo: Dí a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen delante de Pi-hahirot, entre Migdol y el mar hacia Baal-zefón; delante de él acamparéis junto al mar.»  Cuando el pueblo de Israel salió de Egipto, Dios los dirigió junto a Moisés y los llevó frente al Mar Rojo.  Dios los llevó con un propósito ante un callejón sin salida: a un lado un mar demasiado ancho y profundo como para cruzarlo por sí mismos, y al otro lado los carros del Faraón acercándose. Dios sabía que habría peligro, pero había un propósito. Ante el mar hay preocupación, que no es otra cosa que duda.

La pastora citó a un predicador cuando dijo: «Cuando nos preocupamos, colocamos un signo de interrogación donde ya Dios ha puesto un punto».  Nos preocupamos por el trabajo, los hijos, ante los callejones sin salida que encontramos en la vida.  Aunque nos rodee el desierto, aunque venga detrás faraón, tenemos que acampar.  El mismo Dios que nos llevó frente al mar, nos dará la salida.

Ante el desierto o ante el mar, aquel que te ha cargado hasta aquí, no te dejará caer, como dice el Salmo 37:23-24 «Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, y él aprueba su camino. Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, porque Jehová sostiene su mano.» Aún cuando nos encontremos frente al mar por nuestra propia responsabilidad y nos sintamos culpables, el arrepentimiento sincero te encaminará de nuevo.  Si siete veces cae el justo, siete veces Jehová lo levantará.

Cuando te encuentres en el callejón sin salida, ora, no hables, no te quejes, sino ORA. No actúes con impulsividad, clama a él, Dios quiere escuchar tu voz en el cielo.  No enfrentes al enemigo, ALABA. No te preocupes, cuando menos el enemigo lo imagine, el Mar Rojo se abrirá. Dios abrirá camino, mientras lo hace, no temas, confía y alaba.

 

 

Mi casa es la casa de todos.