El miércoles 10 de agosto, los juveniles de la casa se reunieron en el apocento alto, con corazones dispuestos a escuchar la Palabra del Señor.
En el devocional, las jóvenes del ‘Ministerio Nube’ alabaron al Señor interpretando danzas para Él. La Palabra del Señor estuvo luego a cargo de Mitchelle Flores, quien habló de la importancia del amor hacia Dios y de cómo podemos llegar a amarle y relacionarnos con Él.
¿Verdaderamente hay que amar a Dios? ¿Es posible amar a alguien que nunca he visto? ¿Cómo se logra eso? Jesús enseñó sobre la importancia de amar a Dios, tanto así, que resumió la ley en los profetas en un solo mandamiento: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo» (Lucas 10:27,28). Y, ¿para qué quiere Dios que le amemos? «Dios anhela que le sirvamos genuinamente, con amor, no por miedo o por cumplir», expresó la predicadora.
¿Es posible amar a Dios? Sí. Nosotros podemos amarle porque Él, nos amó primero (1 Juan 4:19). Pero, debemos cambiar la percepción que tenemos del amor. La emoción es parte natural del amor, pero no lo es todo. Si solo dependemos de la emoción, ¿qué quedará cuando esta se vaya? El amor es una desición. Decidimos amar a Dios; y este es un proceso de todos los días.
¿Qué me puede ayudar a amar a Dios? Cambiar la percepción que tengo de Él. «¿Cómo puedo amar a alguien que considero que es tirano, o que pienso que está muy ocupado para atender mis batallas personales? Es momento de cambiar la manera en que vemos a Dios por la verdadera: la que dice la Palabra», dijo. Si no decidimos cambiar la percepción que tenemos de Dios y decidimos amarle verdaderamente, viviremos nuestra vida bajo una impresión errónea del Señor, sin poder disfrutar de los beneficios de amarle y de servirle de corazón. Él nos ama y espera que le conozcamos como Él es. ¡Busquémosle de verdad!
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