El pasado viernes, cómo de costumbre, los jóvenes nos reunimos en el primer piso de nuestra iglesia. Esta ocasión la palabra fue expuesta por medio de un drama titulado ‘El Juicio de tu Vida’. Llevó un mensaje claro, como dice en 2 Corintios 5:10 «todos tendremos que compadecer ante el tribunal de Cristo».  El drama fue centrado en la sala de un tribunal, en el cual dos individuos se preparaban para ser juzgados por Satanás. El primer individuo quien era conocido como «el inconverso», fue confrontado por «no tener» tiempo para Dios, pero sí para el mundo. Luego de una larga discusión con Satanás, éste fue encontrado culpable por no tener base suficiente para defenderse. Procedieron con «la ministro», la cual tenía mucho conocimiento de la palabra, pero poca pasión por el evangelio. Ésta representaba a todos esos cristianos que se han hecho «sabios» en si mismos y que por diferentes motivos, han olvidado su norte. Igualmente, fue declarada culpable. Al momento de declarar la sentencia, llegó Jesús, haciendo clara su palabra donde nos recuerda que «Él siempre llega a tiempo».  Jesús perdonó las faltas de ambos y ejerció su autoridad ante Satanás, quien tuvo que callar ante Él, pero dejó claro que anda buscando al que este débil espiritualmente. Al final se dictó la sentencia: Ambos inocentes por causa de Jesús.

 

Al culminar el drama, nuestra juventud se humilló ante el Señor y el Espíritu Santo, se manifestó de manera especial. Por medio de este drama el Señor nos recordó que llegará el día en el cual nos presentaremos delante de Él para ser juzgados por nuestras obras, pero también nos recuerda que aunque somos culpables de nuestros pecados, Jesús, su hijo, murió y entregó su vida por nosotros y que como dice en 1 Juan 2:1 «abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo».  

 

Escrito por: Angélica M. Cartagena Rudón