Con gozo y alegría recibimos el año nuevo, este que será uno de bendición. La mañana del domingo 8 de enero de 2017, tuvimos el privilegio de estar en la casa unánimes juntos, dándole alabanzas a nuestro Dios por sus beneficios. Nuestra pastora Iris N. Torres, expuso la palabra. Utilizando como base de la misma: Números 6: 24-26, que dice: “Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz”.
“No puede haber bendición si no hay santidad”, expresó. No es sabio perder la bendición, perder lo que Dios tiene para ti por un pecado. La bendición cae cuando nuestra vida está alineada al propósito de Dios. Un nuevo año, una nueva oportunidad para agradar a Dios. Una oportunidad para enmendar todo lo roto, para “cuadrar caja” con nuestro creador.
El año de fuego se supone que nos haya purificado. Ese fuego debe haber quemado toda la grasa, todo lo dañado, y debe haber sacado lo mejor de nosotros: nuestra mejor adoración, para así recibir con santidad y buena conciencia la bendición tan grande que nuestro Divino creador tiene para con nosotros.
Este año permítele al Señor bendecirte. Deja que Dios haga de ti una vasija nueva, y que complete su obra en ti. Que pose sobre ti una bendición que toque tu alma, cuerpo y espíritu. Dios bendice a sus hijos, él te quiere bendecir. Acércate a su casa, para que puedas disfrutar de su presencia.
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