En nuestro último domingo del año dimos toda la Gloria, Honra, Loor y Adoración al Padre celestial.  ¿Qué más podemos hacer que no sea rendir nuestra alabanza al Creador, sabiendo que de Él proviene todo lo bueno? A Él sea toda la alabanza por los siglos de los siglos, desde la eternidad hasta la eternidad Él es Dios y esta noche como todas las del Culto al Altísimo fue dedicada a Él.  La porción a ser considerada en esta noche fue extraída del libro de Filipenses 3:1-2.  

2015 es año de cambios, 2016 es año de fuego. No puede haber fuego si no hay leña y no puede haber leña si no hay un propio altar construido. Pablo habló que el sacrificio somos nosotros. El altar lleno de polilla hay que restaurarlo. Si quieres fuego en el año 2016, tienes que estar restaurado. Hemos permitido que los malos obreros dominen a los buenos obreros. Dios es santo, santo, santo y ninguna alma pecadora entrará al Reino de los cielos. Hemos permitido que los pecadores tomen ventajas.  Si quiero llegar al cielo, tengo que hacer las cosas como dice Dios que hay que hacerlas. Nada es mas importante que llegar a la casa de Dios. Llegó el tiempo de que tomes decisiones genuinas y honestas: «dejaré de hacer lo que he hecho aunque me cueste la vida porque ¿de qué vale pecar si Dios se aleja de mí?»

Deja de criticar y hablar de las demás personas. Hay personas que lo único que hacen es señalar, criticar, murmurar y hablar de otro. Procurad no ser uno de estos que menciona Pablo, porque de serlo, no podrá cruzar el Jordán junto a la pastora y la iglesia. Que nada se pegue al corazón, todo es pasajero, todo tiene un fin, el único eterno es Dios. Para llegar al cielo, imita a Dios y síguelo. El 2016 es un año de retos y lo enfrentarán aquellos que decidan cambiar. Dile a Dios que te cambie, que arranque de ti lo que no sirve, que arranque lo que guarda quien eres tú. Volvamos al primer amor y a las primeras obras, no permitas que el infierno te aleje de lo Santo.

Dios te invita a tomar una decisión: ¿Qué vas a hacer con el año de fuego si no hay cambios?

Mi casa, es la casa de todos