La noche del viernes, una noche de puras alabanzas y adoración al Señor, momentos hermosos llenos del Espíritu y su presencia. Un grupo extraordinario se dio cita en el mejor lugar, en la casa del Señor. Tuvimos como invitados un grupo de jóvenes que cantan de la Iglesia Discípulos de Cristo del barrio Dajaos en Bayamón. Con sus instrumentos y voces tuvimos el honor de tenerlos compartiendo con nosotros la parte del devocional y la ministración.
Estas dos partes son sumamente importantes en un culto, la primera significa ambiental la atmósfera espiritual mediante la adoración y cánticos. Valga la aclaración, Dios siempre ocupará el primer lugar en todo y por él es que lo hacemos. Nosotros somos instrumentos en sus manos para que él nos use como él quiera. La segunda parte mencionada es la culminación del culto donde la gente hace introspección de lo aprendido y con el favor y la ayuda de Dios se comprometen a realizarlo en sus vidas o para simplemente oración.
La parte del mensaje estuvo a cargo de nuestro hermano y líder del ministerio de seguimiento José L. Robles Varela. Como parte del año de cambios, nos trajo cuatro exhortaciones mediante unos pequeños dramas, realizados por los mismos miembros de la sociedad. Como es un mensaje llevado a la juventud, la primera escena fue la obendiencia hacia nuestros padres, la segunda el seguir las normas y reglas de nuestros superiores, siempre y cuando no exista el abuso de por medio. La tercera es evitando la mentira para el beneficio que sea, y la cuarta, mantenerte puro y limpio para el momento en el que decidas llegar al altar.
En la ministración nos compromentimos con el Señor a identificar cuales son las cosas que tenemos que cambiar, y si ya las habíamos identificado, con cual opción contamos para llegar al cambio.
Si quieres ser parte de lo que acontece viernes tras viernes en nuestra sociedad, te invitamos sin compromiso alguno a que nos visites. ¡ Dios te va a bendecir !
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