En la mañana del domingo 7 de febrero, la Coral de Fe nos hizo recordar las canciones que por muchos años fueron los himnos amados por nuestros pastores fundadores.

Varios hermanos, testificaban de las grandes cosas que pudieron experimentar al conocer a estos grandes siervos del Altísimo. Recordamos cómo en aquellos años el Señor manifestaba su poder y su amor, cómo Dios obraba con tan solo sus siervos imponer sus manos. “Recuerdo que mi depresión pos-parto había causado que perdiera mi mente. Mi madre me tomó de la mano y me llevó a la iglesia para que Don Lolo orara por mí. Él comenzó a orar por mí y, al instante, sentí como mi mente volvía en sí”, testificó una hermana. “En otra ocasión, me encontraba anémica; mi hemoglobina se encontraba en 8. Se lo dije a Don Lolo, rápidamente oro por mí y nunca más en toda mi vida mi hemoglobina ha bajado de 13”, continuó la hermana.
“Don Lolo se enteró de que yo me iba a casar, y recuerdo que nos llamó a mí y a mi novia para orar por nosotros. Eso fue hace más de 40 años. Recuerdo el momento como si fuera ayer, aún seguimos casados…”, recordó un hermano.

Fue una mañana hermosa, y nostálgica… pero, sobretodo, llena de la presencia de nuestro Dios.

No olvides congregarte, el Altísimo tiene algo bueno para tu vida. Te esperamos, Dios está.

 

Por: Lisandra Y. Rodríguez