¡Cierre Glorioso!

En el cierre de nuestra campaña «Declarando Vida», llevado a cabo en el culto diurno de nuestra iglesia este pasado domingo 16 de noviembre, nuestra presidenta Angélica llevó la prédica a toda la Iglesia. Angélica trajo el mismo pasaje bíblico del comienzo de la campaña, pero esta vez actualizándolo a nuestro tiempo y llevándonos al punto de confrontarnos: si la iglesia no está viva, ¿cómo haremos vivir a otros? Si estamos muertos en Cristo, ¿cómo traeremos a otros a sus pies? Esto nos hizo reflexionar y preguntarnos: ¿estamos vivos? ¿Estoy vivo? Palabras que a nivel físico nos resulta obvio, pero ¿y a nivel espiritual? Nos encargamos de decir que el mundo se está perdiendo pero ¿qué estamos haciendo para mejorarlo? Como iglesia, como pueblo y como ejército de Cristo debemos tener la fe de Ezequiel, que aún viendo los huesos (como dice en la escritura: «secos en gran manera», o sea, que si se tocaban se hacían polvo), creyó en el Dios Todopoderoso. Ezequiel tuvo fe a tal grado que cuando Dios le preguntó «¿vivirán estos huesos?», él respondió: «Señor Jehová, tú lo sabes».

El mundo es el ejército de Israel que está muerto, y nosotros debemos ser ese Ezequiel que, dirigidos por el Señor, levantemos a ese pueblo. Juveniles e iglesia, hagamos el cambio que el mundo necesita. Debemos ser la sal de la tierra y dar vida a todos los que la necesitan. Hay que declarar vida y predicar el evangelio aunque veamos lo contrario. Porque, como dijo Pastora Vanessa, «mientras más malas se pongan las cosas, ¡MEJOR ES! Porque eso refleja que la venida del Señor está aún más cerca.»

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Mi casa, es la casa de todos

Escrito por: Shaliny A. Quiles