«Estas iglesias están siendo probadas con muchas aflicciones y además son muy pobres; pero a la vez rebosan de abundante alegría, la cual se desbordó en gran generosidad» (2 Corintios 8:1 NTV). Con esta cita comenzamos la clase en el Ministerio Matrimonios en la Brecha, por nuestro maestro de hoy, Edward Hernández.

Pablo en esta porción bíblica, se dirige a los corintios exhortándole a que contemplen la generosidad desmedida de sus vecinos macedonios. Estos macedonios, padecían «muchas tribulaciones» y tenían grande pobreza, su situación no era la más favorable. Sin embargo, «rebosaban de abundante alegría», y su generosidad no tenía comparación; «dieron no solo lo que no podían, sino aun mucho más. Lo hacían por voluntad propia» (2 Corintios 8:3 NTV). Pablo hace énfasis en el anhelo extraordinario de estos macedonios de querer dar para la obra, al punto de que «suplicaron una y otra vez tener el privilegio de participar en la ofrenda para los creyentes. . . su primer paso fue entregarse ellos mismos al Señor y a nosotros mismos, tal como Dios quería» (2 Corintios 8:4-5 NTV).

¿Qué ha pasado con nosotros que ya no somos así? ¿Qué ha pasado con la iglesia contemporánea?

«¿Qué ha pasado con nosotros que ya no somos así? ¿Qué ha pasado con la iglesia contemporánea?», preguntó Hernández. «Muchas de las cosas que nos suceden son porque nos las buscamos. El consumismo y la envidia nos llevan a gastar más de lo que debemos. ¿A Dios le agrada? ¿Nos quiere embrollado? Él quiere bendecirnos. Y la bendición es para bendecir a otros», expresó. «¿Sabes qué hacemos? No creemos. Nuestra fe claudicó. Hemos cambiado el baile en lamento, en vez de lamento en baile. ¿Hasta cuándo no le vamos a creer? A veces somos como el joven rico , tenemos una carga que no queremos soltar», continuó. «Dios está en el negocio de bendecir, ¿qué hacemos con la bendición? Si la iglesia volviera a ser como los macedonios, llegaríamos a todas las naciones», prosiguió. «¿Estamos dispuestos a imitarle aun en nuestras necesidades? Porque cuando damos, a Dios le damos. Pongámoslo en práctica», concluyó.

Amado hermano, le esperamos todos los domingos en la Iglesia de Jesucristo El Caballero de la Cruz, a las 9:30am, en la Escuela Dominical: la espina dorsal de la Iglesia.

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