En un acto de fe, pero con altas expectativas, creyendo en las promesas de Dios y con la energía que nos caracteriza dimos comienzo al primer Culto de Jóvenes del 2016 denominado “Año de Fuego” y así fue. Lo que sucedió esta noche superó por mucho lo que nos imaginamos; la cantidad de jóvenes que se dio cita comprueba que los mismos están buscando lo que los hijos de Dios debemos ofrecer: una palabra de aliento, un hilo de esperanza, algo que los consuele y ¿quién más, sino Cristo?

Y bajo el tema “Confianza” hoy nuestro Presidente Ángel I. Oquendo hizo mención de tres puntos muy importantes que queremos compartir.

-Para llegar a tener confianza con alguien tiene que haber una relación. De la única manera que tú puedes tener confianza con Dios es conociéndolo, relacionándote con su palabra, a través de tu vida devocional con él; y mientras más le conoces, más confías, más le crees.

-Tu confianza en Dios se fortalecerá en aquellos momentos que de primera instancia no parezcan buenos; momentos que quizás te marquen, porque en medio de la crisis de alguna u otra forma acudirás al Señor a tal nivel que no te quedará opción que depender de él. Eso se llama confiar.

-Y por último, el fuego de Dios… y te preguntarás ¿qué tendrá que ver esto con confianza? Pues sencillo; el fuego de Dios purifica, por lo tanto, dependiendo de cuál sea tu relación con él y si estás dispuesto a hacer su voluntad, en algún momento de tu vida pasarás por esa purificación, para que consuma todo aquello que te aleja de la santidad a la que debemos llegar. Eso se llama confiar. Confiar en que ese fuego no te quemará, solo consumirá cosas que no te dejen crecer de manera espiritual.

Fuimos convocados esta noche a reafirmar la encomienda que se le dio al pueblo de Dios, de llevar las Buenas Nuevas de Salvación, a seguir regando la voz de que Cristo viene y a continuar con la Gran Comisión. Lo que sucedió hoy, sin duda alguna, marcó la vida de cada joven que decidió dedicar este viernes al Señor.

 

Mi casa es la casa de todos