Debemos confiar en Dios, así como confiamos en el piloto del avión a ciegas. Confiar en que él se manifiesta en nuestra debilidad, no importando si la consideramos grande o pequeña, para Él nada es imposible. Dios no es hijo de hombre para mentir, ni hijo de  hombre para arrepentirse. Lo que comenzó contigo lo terminará, sólo deja que Él trabaje. Acuérdate como confiar en el piloto.

SIGUENOS a través de facebook/manosenelarado, en instagram: @manos_en_el_arado y twitter: @SMAOfficial1