¿Alguna vez te has sentido hastiado de la vida? O ¿quizás cansado y lleno de preocupaciones?, ¿sientes que tus fuerzas no son las mismas como aquellos primeros días que aceptaste a Jesús? Una vez un hombre le dijo a Dios: » Estoy harto ya no aguanto más esta carga, ¡MÁTAME!”, su nombre fue Moisés (Números 11:14-15). Otro llamado Elías le dijo: » Basta ya, oh Jehová, quítame la vida» (1 Reyes 19:4). Y por último Jonás quien le dijo a Dios: «Oh Jehová, quita, por favor, mi alma de mí, porque mejor es morir que estar vivo” (Jonás 4:3). Pero un hombre de Dios llamado Pablo, en una de sus cartas, nos exhorta diciendo: » Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente peso de gloria”. (2 Corintios 4:17). Lo que tú estás viviendo ahora es un paso para ver la gloria de Dios. Moisés deseaba morirse pero siguió caminando y Dios le mostró su gloria y de igual manera Elías y Jonás también lo llegaron a ver. Jesús una vez dijo: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí” (Juan 14:1). El proceso de moldearte duele pero recuerda que el Oro tiene que ser probado por el fuego y Dios cree en ti porque Él sabe hasta dónde tú puedes llegar. Te exhorto a que des la milla extra y sigas caminando porque lo que Dios te ofrece nada ni nadie te lo podrá dar y Él te ofrece “Buffet” mientras que el mundo te ofrece “migajas”. Josué 1:9 dice: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”.
Por Michael Y. Varela Mojica
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