En la noche del 22 de agosto de 2015, se dieron cita más de 200 personas a nuestra actividad Derribando las murallas del matrimonio. Contamos con la participación del adorador, Isaac Manzanillo y la Consejera y Terapista Familiar, Yeritza Montañez.

La consejera Yeritza decía, que en la vivencia dentro del matrimonio, experimentamos conflictos y desafíos que provocan diferencias entre los cónyuges y el no comunicar o tomar la iniciativa de resolver y manejar los conflictos, hace que levantemos muros para no enfrentar nuestros propios errores. Formamos murallas entre nosotros por orgullo. El no saber reconocer nuestras faltas y la falta de perdón, poco a poco van formando murallas, obstáculos, que continúan dividiendo el matrimonio. El individualismo, distanciamiento, incomprensión, mentira, desinterés, impaciencia, rencor, desamor, violencia, engaño, infidelidad, insatisfacción sexual, frases como: “Esto no va a cambiar”, “Me quiero ir de aquí”, «Ya no es lo mismo”, “Yo soy así” o “No sé lo que siento” llevan eventualmnte a una separación física y a una desconexión emocional en la pareja. Montañez, durante su plática, nos hizo ver con ejemplos dentro del matrimonio nuestras reacciones y muchos de los errores que cometemos. También nos ayudó a reflexionar para enmendar nuestra conducta para un matrimonio saludable y de éxito.

Al finalizar, se hizo un llamado al cual muchas parejas pasaron reconociendo las murallas que están dividiendo sus matrimonios. Oramos; parejas lloraron, Dios sanó y libertó en medio de la oración y culminamos cantando y derribando las muralla fque nos dividen. Declaramos y cantamos que los muros cayeron, las cadenas se rompieron, y que somos más que vencedores porque el rey vencedor (Cristo) va con nosotros.

Fue una noche gloriosa en la presencia de Dios, con palabra, herramientas para poner en práctica en nuestros matrimonios; un nuevo comienzo en nuestra historia matrimonial. La gloria eterna para nuestro Dios. Gracias al Altísimo Dios por esta victoria que marcó la vida de muchos matrimonios. ¡¡Aleluya!!

 

Mi casa es la casa de todos