Después de glorificar, adorar y entronar el nombre de Dios por medio de los canticos y coritos en la voz de nuestra pastora y el ministerio de adoración Tsarach dimos comienzo al Culto al Altísimo nocturno. Este culto estuvo lleno de presencia de Dios. “A solas al huerto yo voy cuando duerme aun la floresta y en quietud y paz con Jesús yo voy oyendo absorto allí su voz”, de esta manera y en medio de una adoración plena, las visitas que se dieron cita corrieron al altar para entregar su corazón al Señor. Esta noche de unción fue dedicada, al igual que todas las otras; al Señor y allí, la nube de la “Shekinah” de Jehová se posó sobre nosotros.

 Acompáñanos en nuestros próximos cultos para que seas participe de la gloria de Dios que se está manifestando en medio nuestro. No olvides que…

Mi casa, es la CASA de TODOS