El culto de esta noche comenzó de manera diferente, el ministerio Tsarach interpretó alabanzas que adoraron a Dios y exaltaron su nombre. La pastora Iris N. Torres Padilla llamó a los presentes que se encontraban en la congregación y junto a ellos leyó Proverbios 15:29 y varios hermanos contaron testimonios de peticiones contestadas porque “Jehová está lejos de los impíos; pero oye la oración de los justos”. Luego de escuchar los testimonios de los hermanos, aquellos con peticiones de “emergencia” pasaron junto al altar para poder ser ministrados a favor de su causa. Cuando Jesús llego a Jericó, le preguntó al ciego qué deseaba que le hiciera, sabiendo Jesús que él era ciego. Jesús quería que el ciego pidiera conforme a lo que verdaderamente necesitaba y fuera real. Después de ministrar por aquellos que tenían una petición, se ministró por los que padecen de alguna condición de salud, sabiendo que Dios sana y responde a la petición de los justos. Declaramos sanidad para todo aquel que estaba enfermo. Sabemos que Dios sanará y curará conforme a sus heridas hechas en la cruz. Para cerrar el culto, terminamos con un llamado para orar por aquellos que no pueden conciliar el sueño durante las noches y son víctimas de medicamentos y/o depresiones profundas.
Sabemos que Dios se glorificará y que ya sanó, libertó, salvó y restauró lo que estaba torcido. Es por eso que declaramos que…
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