El culto matutino del domingo 6 de septiembre fue uno muy especial. La iglesia se reunió muy temprano en un ayuno congregacional para presentar nuestra nación ante Dios. La predicación de la mañana estuvo a cargo de la pastora Iris N. Torres Padilla, quien a través de la lectura del Salmo 65 exhortó a la Iglesia. El Salmo 65 lee así:
65 Tuya es la alabanza en Sion, oh Dios,
Y a ti se pagarán los votos.
2 Tú oyes la oración;
A ti vendrá toda carne.
3 Las iniquidades prevalecen contra mí;
Mas nuestras rebeliones tú las perdonarás.
4 Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti,
Para que habite en tus atrios;
Seremos saciados del bien de tu casa,
De tu santo templo.
5 Con tremendas cosas nos responderás tú en justicia,
Oh Dios de nuestra salvación,
Esperanza de todos los términos de la tierra,
Y de los más remotos confines del mar.
6 Tú, el que afirma los montes con su poder,
Ceñido de valentía;
7 El que sosiega el estruendo de los mares, el estruendo de sus ondas,
Y el alboroto de las naciones.
8 Por tanto, los habitantes de los fines de la tierra temen de tus maravillas.
Tú haces alegrar las salidas de la mañana y de la tarde.
9 Visitas la tierra, y la riegas;
En gran manera la enriqueces;
Con el río de Dios, lleno de aguas,
Preparas el grano de ellos, cuando así la dispones.
10 Haces que se empapen sus surcos,
Haces descender sus canales;
La ablandas con lluvias,
Bendices sus renuevos.
11 Tú coronas el año con tus bienes,
Y tus nubes destilan grosura.
12 Destilan sobre los pastizales del desierto,
Y los collados se ciñen de alegría.
13 Se visten de manadas los llanos,
Y los valles se cubren de grano;
Dan voces de júbilo, y aun cantan
«Somos bienaventurados», comenzó diciendo la pastora. La oración es poderosa. «El justo clama y Jehová oye. La oración está reservada para los redimidos; y es la oración a un Dios que todo lo puede, que cuida de la naturaleza, y cuánto más cuidará de ti», continuó.
«El sabe lo que te hace falta. Cuando pido de acuerdo al propósito de Dios, El contesta. si él cuida de las aves, cuidará también de mi.»continuó la pastora Iris Nannette. «Debemos enfocarnos en lo que Dios quiere que pidamos, que nuestra tierra vuelva a Él. De lo demás, Él se encargará; Él conoce todo de lo que tenemos necesidad.»
«Necesitamos olvidarmos de nosotros mismos y clamar por lo que El quiere. Necesitamos pedir que no se haga mi voluntad, sino la tuya, tal como lo hizo Jesús en el Getsemaní. Entonces, lo que Dios a prometido lo cumplirá, para nuestra tierra. El no miente.»
«Cuando Dios le habló a Abraham e iba camino a sacrificar a su hijo, iría orando y clamando, y aunque no veía que sus circustancias cambiaron, Dios estaba. Hay circunstancias por las que vamos a tener que pasar y vivir, pero Dios está presente. Confía, Jehová reina. En aquel monte donde estaban solo Abraham y su hijo no había testigos, pero el cielo veía la obediencia de aquel hombre y llegó en el momento preciso.»
«Dios cree en ti, tiene un propósito y se va a cumplir. Puerto Rico es gente de corazón noble y el plan de Dios para esta tierra ha de cumplirse. Cambia tu oración y dile a Dios que perdone el pecado de esta tierra.» Así finalizó el mensaje, dando entonces comienzo a varios clamores por nuestro país. Nos humillamos ante el Señor, con nuestra bandera abierta en el altar como símbolo, y declaramos que hay esperanza para nuestra hermosa tierra.
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