En la mañana del domingo 3 de Julio, nuestra Pastora Iris N. Torres comenzó con una nueva serie de predicas, sobre José. En Génesis 37: 1-4, vemos que el autor relata la historia de la vida de este joven. Cómo su padre, teniendo muchos hijos demostraba un gran amor hacia él, pues lo había tenido en su vejez.

“¿Qué malo tiene soñar? ¿Qué malo tiene ser soñador? Expresó nuestra pastora. Dios le había otorgado a José el don de soñar. Él era un muchacho lleno de la sabiduría de Dios, y encontraba gracia ante los ojos de todo el que se topaba con él. Su madre Raquel no podía tener hijos, y Dios le da la bendición de poder tener su primogenito, José. Luego de tener dos hijos, Raquel muere, por lo tanto, Jacob se entrelaza de una manera marcada hacia José. Esto en vez de hacerle bien a sus hermanos, les hizo mal, pero el favor de Dios, no se apartaba de la vida de éste.

Cuando Dios tiene planes con alguien, aunque la familia sea disfuncional, el plan de Dios siempre se va a cumplir. Sus planes no ven los obstaculos, estos solo ven la mano de Dios abriendo caminos. “Mi ayuda has sido. No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación.  Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá” (Salmo 27: 9b-10)

 Solo un gran amor puede ayudarte a vivir los momentos más oscuros de tu vida. Su plan va más allá de nuestros defectos y situaciones. Dios te prepara desde el día en que naciste. Todos tenemos un propósito en Dios. Cumple con tu propósito.

“Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas.” (Salmo 139:16)