En medio de una lluvia de bendición en el día de hoy dimos comienzo al Culto al Altísimo nocturno con una oración pidiendo misericordia a Dios porque ciertamente hemos pecado. Le pedimos a Dios que no quite de en medio nuestro su Espíritu, que nos devuelva el gozo de salvación y que un espíritu noble nos sustente. «El plan de Dios se cumplirá no importa cómo nos vean los ojos de los de afuera, Puerto Rico reverdecerá y en medio de su ira se recordará que hay un pueblo que espera por Él», comenzó diciendo la pastora Iris N. Torres Padilla.

La porción bíblica para la exposición de la palabra fue tomada del libro de Salmos capítulo 45:6. Dios le prometió tres cosas a Habacuc: el justo por la fe vivirá, la tierra será llena del conocimiento de Jehová y Jehová está sentado en el trono. Establece la Biblia que de Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan. Las crisis, por momentos, nos hacen ver a Dios de manera diferente, pero Dios es más grande que cualquier crisis, enfermedad, problema, economía o situación. Dios conoce su identidad; por esa razón se presentó ante Moisés diciendo “Yo soy el que soy”. No hay otro que pueda hacer lo de Dios, no hay otro camino para llegar al cielo que no sea a través de Cristo. Al decir que estás rendido y sin fuerzas haces a Dios mentiroso porque dice la Biblia que “Él da esfuerzo al cansado y multiplica las fuerzas del que no tiene ninguna, los jóvenes flaquean y caen pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán”. Dios tiene un reino y no depende de palacios y castillos; no necesita grandes candelabros porque su luz alumbra la ciudad completa y tiene ángeles, querubines, serafines, 24 ancianos y cuatro seres vivientes que le adoran todo el tiempo.

El ser humano se enfoca tanto en su miseria que pensamos que Dios es igual de miseria. Nuestras limitaciones son tantas que pensamos que Dios padece de las mismas limitaciones. “Dios sigue siendo Dios aun sin nosotros, pero nosotros sin Él somos nada”.   Por esta razón, el salmista indicó que Él tiene un cetro. El cetro de Dios tipifica justicia; todo lo ha hecho perfecto y sus  ojos están sobre los justos. Hay momentos que necesitamos personas que nos ubiquen en tiempo y espacio, como pasó con Ester y su tío Mardoqueo en medio de su crisis. Mardoqueo le dijo que para ese momento había sido llamada y el cetro le seria extendido en manos del Rey Asuero para darle audiencia y enterarse de los planes que tenía el enemigo.

Dios conoce de todo lo que te ocurre a diario, de las veces en las que te han herido, de las veces en la que te han maltratado, pero el tiempo del justo pago de Dios se acerca porque Dios tiene ojos y ve, oídos y escucha. Dios reina, y si reina, todo está bajo el cuidado del Todopoderoso Dios.


¡Mi casa es la casa de Todos!