En la noche hoy nuestro hermano en Cristo, Nefdiel Algarín, nos trajo una poderosa palabra que se encuentra en Proverbios 4:23 “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida”. En esta porción bíblica, Salomón nos transporta a un ámbito espiritual en el cual podemos visualizar una caja en la cual guardamos tesoros preciados para nosotros, como lo es nuestro corazón. En este podemos albergar amores, recuerdos, tristezas, rencores y heridas. En proverbios 23:7 nos dice “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él”.

Hay que ser muy cuidadosos con lo que vemos, oímos y sentimos, dado a que todo eso influye en nuestra vida, mente y corazón. Dice en Mateo 15:18 “Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre”. Según nos cuidamos de comer algo que nos haga daño o de cualquier enfermedad que aflija al cuerpo, también tenemos que cuidar nuestro corazón, ya que es la cuna de nuestras pasiones. Nada puede salir de nosotros si antes no ha entrado, por ende, no permitas que nada contamine tu vida.

Como dice en los mandamientos, así también en Marcos 7:20-23:20 Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. 21 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, 22 los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. 23 Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.» Ahora ¿Qué podemos hacer para esos pensamientos No entren? Seguir al Caballero de Cruz, pensar en su amor por ti y nunca olvidar el sacrificio que hizo en la cruz, aun sin nosotros merecerlo.