Luego de escudriñar las Escrituras en la Escuela Bíblica Dominical, procedimos al templo a adorar al Señor en nuestro Culto al Altísimo Matutino. Junto a Tsuarach levantamos las manos en alto proclamando el nombre de nuestro Señor; y lo exaltamos porque es bueno y para siempre su misericordia.

Como parte del Mes de la Biblia, en el cual creamos conciencia y enfatizamos sobre las verdades extraordinarias de la Palabra de Dios, nuestro invitado de la mañana, el pastor Jesús Semidey, nos trajo el mensaje: Enseñanzas Prácticas del Getsemaní.

«Jesús cogió el pecado de todos nosotros, sustituyéndonos a todos nosotros; al pecador», exclamó enfáticamente Semidey. «El que no cometió pecado, experimentó el peso del pecado. ¡Qué experiencia!». «Sudaba gotas de sangre porque había de experimentar lo que nunca en la eternidad había experimentado», expresó. «En la cruz, el Señor sintió y llevó todas nuestras enfermedades y pecados. ¡Él las sufrió, pero también las curó!»

«Jesús, el Hijo de Dios, compartió con sus amigos sus más profundos miedos: ‘Mi alma está triste hasta la muerte’. Necesitamos gente que nos acompañe en las grandes experiencias de cargas fuertes emocionales. Getsemaní nos enseña que necesitamos personas de nuestro lado para expresar nuestros mayores temores. El tener amigos es una enseñza que Jesús nos trae. Necesitamos buenos amigos. ¡Qué vivan los amigos!», exclamó Semidey. «El apóstol Pablo nos enseña que lo podemos todo en Cristo con personas de nuestro lado que nos apoyen (Filipenses 4:13-14). Los amigos de Jesús lo vieron en la gloria y lo vieron desecho por el horror. Los amigos siempre te van a ver de la misma manera. Los amigos comparten contigo en la gloria, pero cuando pasas por el momento difícil te ayudarán, te aconsejarán y te seguirán viendo de la misma manera», explicó.

Pero luego del Getsemaní, siempre vendrá un tiempo de gloria jamás experimentado. El Getsemaní no te va a matar, no será tu sepultura; te hará más fuerte. . .

«Hay momentos en que tus más cercanos no te van a entender: ese es el momento en que Dios quiere tratar contigo y conmigo». «Hay oraciones que no son contestadas. Sin embargo, en medio de la aflicción de Jesús, Lucas menciona que se le apareció un ángel y le fortaleció. En el momento que ocurre una situación y no encuentres apoyo, Jehová está para fortalecerte», exclamó Semidey. «El Getsemaní siempre deja huellas. Pero luego del Getsemaní, siempre vendrá un tiempo de gloria jamás experimentado. El Getsemaní no te va a matar, no será tu sepultura; te hará más fuerte, vivirás más fuerte», aseguró.

«Cuando venga el cocodrilo de la vida a hundirte y llevarte a las profundidades, ahí estará el Señor diciéndote: ‘Yo no te suelto, Yo estoy aquí’. Y podrás decir: ‘Tu diestra me ha sostenido’. Podrás ver las marcas de la mano de Dios en tu ser, que te sujetan y no te dejan», finalizó.

Hermano, le invitamos a que celebre con nosotros el Mes de la Biblia acompañándonos en la Escuela Bíblica y en el Culto Matutino.

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