Entre algarabía y gozo bajamos por las calles del Viejo San Juan cantando. La gente observaba esta mancha de gente con camisas blancas entonando a gran voz “Hubo un cambio cuando a Cristo conocí” mientras caminábamos.

El Grupo de Avivamiento se unió a la Sociedad de Jóvenes Luces de Sion en una evangelización en la Plaza Colón y sus alrededores. Primero, nos acomodamos en un lugar en especifico y ahí, miembros del grupo y de la sociedad daban su testimonio contestado la pregunta “¿Si no hubiera sido por el Señor, ¿cómo estaría tu vida?” Y los muchachos respondían junto a sus testimonios. Entre cada uno de los que participaba se cantaba el corito “Si no hubiera sido por el Señor, mi alma se hubiera perdido, si no hubiera sido por el Señor”. Nos estuvimos moviendo por los alrededores buscando donde hubiese aglomeración de gente y seguíamos con la misma dinámica. Volvimos al lugar donde estábamos y el Ministerio de Danza Baruk deleitó a cada persona que miraba con su baile.

En los dos lugares que nos detuvimos, las personas se acercaban a ver quiénes éramos, algunos se unieron a cantar y otros que pasaban de largo los alcanzamos y le dimos palabra. Seguido de la danza, nos separamos para buscar vidas y presentarle el plan de salvación y orar por ellas. De ahí nos unimos y fuimos directo cantando y con gozo para la Plaza Colón donde se hizo la misma dinámica de testimonios y coritos y ahí concluimos. Fue una evangelización diferente porque no nos quedamos detenidos por mucho tiempo en el mismo lugar, sino que tratamos de alcanzar aquellas personas que nos veía de lejos hasta llegar a ellos.

 

 

Mi casa es la casa de todos