Lucas 8:26-36

 

«Nuestro héroe es Cristo, el Señor, quien está sentado a la diestra del padre, le robó las llaves del infierno a Satanás, mi héroe está en medio nuestro, mi héroe tiene todo el poder, mi héroe vuelve por su iglesia, porque ha preparado lugar para nosotros. Cristo es nuestro héroe», exclamó la pastora en el culto nocturno del 27 de abril de 2013.

 

Él calzó tus pies con el apresto del evangelio de la paz. «Satanás se cree que es tu dueño. Hay que pararse de frente a él y decirle que es un mentiroso y que nuestra casa le pertenece a Dios. La tristeza y desánimo que te acompaña no viene de Dios. La amargura, el doble ánimo y la frialdad no provienen de Dios y al enemigo hay que identificarlo y llamarlo por su nombre», explicó la pastora.

 

Cuando me enfrento a Satanás no lo hago solo y cuando el viene contra mí, Dios está detrás velando mi espalda. ¡El Señor está conmigo como poderoso gigante! Yo voy donde el tronco, donde el que tiene la última palabra para que me ayude. ¡En Dios haremos proezas!

 

Cuando dejo de congregarme tengo problemas porque Satanás me puede dominar más fácilmente. ¿Quién es el que quiere que me quede en casa lamiéndome las penas?: Satanás. Yo declaro lo que dice la Biblia: “El pábilo que humea no se apagara, ni la caña cascada se quebrará” “Dios ha hecho de nosotros reparador de puertas y portillos”. Para ti hay liberación en esta noche.

 

Los demonios de la historia del gadareno sabían quién era aquel carpintero y sabían que le esperaba el abismo. Cristo vino a salvar, transformar y libertar todo lo que se había perdido. «Luego de que la casa se vacía hay que llenarla, porque Satanás puede volver a tomar ventaja luego», explicó la pastora.

 

El diablo viene para matar, destruir y robar. Robar tu identidad, destruir tu cuerpo y sentidos, él tiene una agenda muy bien planificada, él no es tu amigo sino tu peor enemigo, se viste de ángel de luz. ¡Líbreme el Señor de pecar contra Él si todo lo que me ha hecho es bien y tener misericordia de mi! «Al diablo se le dice «NO», a los pensamientos malos: «NO», depresión: «NO», angustia: «NO», sexo: «NO», raíz de amargura: «NO». Tus noches no fueron hechas para que las pierdas en cosas triviales, necesitas ser libre» exhortó la pastora.

 

«El gadareno fue libre y pidió irse con el Maestro, pero la orden fue quedarse y decirle a otros lo que Él había hecho. Llénate de Dios, que todo poro de tu cuerpo diga el nombre de Cristo porque cuando Dios está en ti, no hay espacios vacíos» finalizó.

 

“Mi casa es tu casa y nuestra casa es la casa de TODOS”