Decía una vez un joven pastor: “La vida es hermosa y hay que vivirla con intensidad.” De ese joven pastor es de quien hablaremos hoy. La mañana del domingo 16 de octubre, celebramos la vida de quién fue, y sigue siendo nuestro pastor Senior, el Lcdo. Rafael Torres Ortega. Se cumple una vuelta al sol desde que se mudó al cielo, y esta mañana la Iglesia de Jesucristo el Caballero de la Cruz, hizo un homenaje celebrando la vida de este noble pastor de almas.

Tuvimos la dicha de ser llevados a la adoración por medio de la Coral de Fe, pues estuvieron a cargo de los himnos.  Como invitados estuvieron presentes dos amigos de la casa, la pastora Claribel Hernández Colón y su esposo, el pastor Luis de Jesús.  “Nosotros los que quedamos. Los que le conocimos. Los que fuimos pastoreados por este gran hombre, nos reiteramos en que siempre su recuerdo perdurará en nosotros. Es una marca; jamás se borrará. Sus buenas enseñanzas siempre estarán presentes. Están presentes en mi vida. El eco de su voz, su risa. Jamás será borrada”, expresó la pastora Claribel Hernández Colón.

Dios fue el consuelo eterno para su vida, fue un hombre íntegro; obediente al mandato de Dios, inculcó a sus hijos en los caminos del servicio a Dios. Digno de admirar, se sostuvo de la mano de su creador.

El pastor Luis de Jesús, trajo como mensaje de parte del Señor, Josué 3: 1-7. Hablándonos así, de la transición que Dios hizo en la vida de Josué luego de la muerte de Moisés. Ahora el pueblo cruza el Jordán. Superando el pasado, con características como el árbol de sitím (cuya no se pudre, no se parte aunque se doble, y su hermoso color no se puede replicar), siendo personas santas, transformando nuestra manera de pensar.

Así como Dios estuvo con nuestro amado pastor, Rafael Torres Ortega; estará también en todo el caminar de nuestra pastora Iris N. Torres. Siendo el consuelo de nosotros el saber que por encima de toda dificultad, los ojos del creador están sobre nosotros.