La primera causa de stress de los evangélicos es la preocupación. Ya sea la preocupación por finanzas, relaciones, hijos, familia, salud, entre otras.  La preocupación es inútil porque no logra nada en tu vida. La preocupación nunca ha resuelto problemas, nunca ha resuelto el pasado ni controla tu futuro. La preocupación te hace sentir miserable; por eso es inútil. La preocupación exagera los problemas. La preocupación hace que el problema se haga más grande de lo que es; te hace sentir como una hormiga en tierra de gigantes. La preocupación no es saludable porque el cuerpo no fue diseñado por Dios para preocuparse. Si los animales ni las plantas se preocupan, ¿por qué nos preocupamos nosotros? No fuimos diseñados para vivir en angustia. El ser humano no nació con preocupaciones; es el momento de volver a nuestro origen y decirle a la preocupación que no hay espacio para ella en nuestro cuerpo.

Hay que creer que Dios cuida a los suyos. Si entendemos que Dios es nuestro pastor, no perdemos el sueño pensando que no trabajará a nuestro favor.

¿Qué hace un pastor?

  1. El pastor provee
  2. El pastor protege
  3. El pastor guía
  4. El pastor corrige

Dios te pide que le des un voto de confianza y le creas, porque Él te proveerá, protegerá, guiará y corregirá. El profeta Isaías (40:11) establece que «Él apacentará a su rebaño y pastoreará a las recién paridas«. Pablo escribió en Filipenses 4:19 que Dios suplirá todo lo que necesitamos conforme a sus riquezas; porque Dios es nuestro sustento y guardador. No significa que Dios satisfacerá tu codicia; porque si así fuera, seríamos niños consentidos. Él se comprometió a suplir nuestras necesidades, no nuestros caprichos. Para que Dios accione, tengo que reconocer mi necesidad. Reconoce que tienes una necesitad y que Dios lo llena todo.  «Todo» es un absoluto. Como Dios no es mentiroso, lo cumplirá. En el carácter de Dios no hay espacio para medias verdades; si Él te ha prometido algo, lo hará.

Dios no es pastor de todos. Para que Dios sea mi pastor, tengo que reconocer a Cristo como salvador. Para que Dios sea tu pastor, tiene que ser tu Señor primero y esto significa que Él tomará todas las decisiones de tu vida y que lo obedecerás en espíritu y verdad. Si Jesús es el Señor de tu vida, entonces puede ser tu pastor. Se acerca el día en el cual Cristo separará el trigo de la cizaña porque viene el esposo por su esposa: ¡Cristo Viene!

Para combatir los pensamientos de mis preocupaciones, debes orar porque Él quiere tener amistad contigo. Pablo aconsejó a no preocuparse por nada porque Dios lo llena todo. Pedro nos aconsejó a que echemos nuestra ansiedad sobre Él (1 Pedro 5:7).  De igual modo, tienes que enfocarte, concentrarte y vivir un día a la vez. «Hoy es el mañana del que se preocupó ayer». La preocupación daña tu presente porque no tienes control del mañana, y del pasado Dios no se acuerda.

Acompáñanos a nuestro Culto al Altísmo nocturno todos los domingos a partir de las 7:00.

MI casa, es LA casa de TODOS